El periodista, sociólogo y escritor Carlos Mar­tini afirmó que la con­fianza entre la ciudadanía y el gobierno del presidente de la República, Mario Abdo Bení­tez, se rompió, alegando que su gestión terminó por minarse con diversas irregularidades que se fueron desatando desde el inicio de la crisis sanitaria y económica generada por la pandemia del covid-19. Agregó que la coyuntura actual no le permitirá al colorado subsa­nar el conflicto teniendo en cuenta que la población para­guaya se encuentra cansada, hastiada y harta.

“Yo me recuerdo que Mario Abdo Benítez, en el momento de mucha popularidad de Mazzoleni, le dijo: ‘ministro, no te preocupes, vos tenés el 98% de la aceptación y temen que seas presidente en el 2023’, eso le dijo Abdo y no generó tanta reacción, el tér­mino de confianza se rom­pió”, mencionó, en entrevista en “Fuego cruzado”, emitido por el canal GEN.

Martini comparó la confianza con un vaso de vidrió, en ese sentido mencionó que la admi­nistración de Abdo Benítez terminó por quebrase debido a las denuncias por irregula­ridades y la carencia o debili­tadas acciones para enfrentar al letal virus, como por ejem­plo la lentitud en la adquisición de vacunas contra el covid-19.

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“Si dejo de sostener con mucha fuerza un vaso al caerse se romperá, bueno, esa es la con­fianza, un vaso de vidrio, una copa de cristal, un gesto, una acción, un error, una deci­sión minan la confianza y en un momento revienta. Se fue minando el gobierno de Abdo Benítez, desde los insumos chinos hasta el espectáculo de no tener vacunas, pero sí vacunatorios. Se rompió la confianza, hay una ruptura, un abismo, un precipicio hoy entre una parte importante de la gente y el Presidente, al cual se le percibe también como muy poco resolutivo, no es solo una crisis de con­fianza, creo que hay una pér­dida fuerte de confianza”, dijo.

Señaló que la población para­guaya se encuentra “cansada y hastiada” no solo ante el con­flicto sanitario, sino también por la gestión ejecutiva. “La coyuntura no le favorece, hay un desbarajuste econó­mico real a nivel de la micro­economía para aquellos que sufren las consecuencias de las medidas, por otro lado hay un sector de la población que está hastiada, cansada y harta, hay aumentos de pro­blemas mentales y emociona­les”, manifestó.

CRISIS RECURRENTE

El periodista argumentó también que el Gobierno es una administración de “cri­sis recurrente”. “Los griegos decían que un estadista no solo debe tener las manos lim­pias, sino debe tener también los ojos limpios, debe mirar en perspectiva, debe mirar qué hará y eso no tenemos. Es una administración de crisis recu­rrente, en pocas palabras es cuando vos estás metido en la crisis”, expresó.

TRAGEDIAS

Comentó que en Paraguay se continúa viviendo dos trage­dias, tanto sanitaria como educativa. “Hay un dato que quiero mencionar que es de la economista Verónica Serafini, el principal y mayor endeuda­miento del paraguayo actual es en gasto de salud. Antes de la crisis se invertía la ter­cera parte de lo que se debería invertir, eso es una tragedia. La educación, muy precaria, estamos con 7 de cada 10 chi­cos que no entienden lo que leen y menos de la mitad ter­minan la media, por lo menos se debe tener 12 años de estu­dio en un país”, refirió.

Martini comentó también que algunos referentes de la sociología sostienen que el Paraguay es un “Estado fra­casado”, que corre el riesgo de convertirse en un “Estado fallido”. “El riesgo siguiente es que no se pueda cumplir con las necesidades básicas fun­damentales. Aumentarán la desigualdad, la brecha con la pandemia”, refirió.

Por otra parte, en un aná­lisis autocrítico desde el periodismo y sus princi­pales desafíos en medio de la pandemia comentó que los medios tradicionales, prensa escrita, la televisión y la radio acom­pañaron fielmente las medi­das sanitarias desde el pri­mer momento que se instaló la cuarentena preventiva en marzo del 2020. En tanto que señaló que las redes sociales tenían otra lógica distinta porque ahí no hay un con­trol desde el punto de vista de la exposición periodística.

Recordó que, desde el 11 de marzo, que se declaró la cua­rentena estricta, la prensa acompañó el discurso como camino para ralentizar el desarrollo del virus, pero que luego en el camino se marcó un punto que marcó el alejamiento de la prensa del equipo gubernamental. “El 18 de abril llega el carga­mento de los insumos chi­nos, entonces, al principio con muchas expectativas, pero luego se demostró que ahí realmente era una burla a la credibilidad de la gente. Ahí comenzó una segunda etapa, en que la prensa que al mismo tiempo apoyaba las medidas de higiene comenzó a distan­ciarse en el plano de la gestión del Gobierno”, explicó.

“Se fue minando el gobierno de Abdo Benítez, desde los insumos chinos hasta el espectáculo de no tener vacunas, pero sí vacunatorios”.

“Los griegos decían que un estadista no solo debe tener las manos limpias, sino debe tener también los ojos limpios, debe mirar en perspectiva, debe mirar qué hará y eso no tenemos”.

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