El economista y ex ministro de Hacienda, Santiago Peña, dijo estar en contra del juicio polí­tico al presidente de la Repú­blica, Mario Abdo Benítez, indicando que el proceso traerá consigo graves conse­cuencias económicas y socia­les no solo en el ámbito político, que serán intensificadas con la crisis sanitaria generada por la pandemia del covid-19.

“La economía no se puede diso­ciar de la política; están ínti­mamente vinculadas, para que haya una buena economía tiene que haber una buena política. Llegar a esta situación a 31 meses del inicio del Gobierno donde hay una saturación de la tolerancia de la ciudadanía que hoy exige cambios en el tipo de gestión que lleva adelante este gobierno y nosotros ya lo habíamos anticipado. Acá se le quiere tirar la culpa al Par­tido Colorado, pero existen res­ponsabilidades personales, no podemos tirar sobre los hom­bros del partido”, sostuvo en entrevista durante “Día 6 cri­sis Paraguay”, emitido por el canal GEN.

Peña detalló que pudo visua­lizar los conflictos que genera un enjuiciamiento durante su cargo como director en el Banco Central del Paraguay (BCP), con la destitución del ex jefe de Estado y actual sena­dor del Frente Guasu (FG), Fernando Lugo.

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“Yo particularmente me mani­festé contrario a la opción del juicio político principalmente por los costos económicos que tiene, me tocó en su momento como director del Banco Cen­tral tener que salir a hablar con inversores, con diferen­tes ámbitos de discusión, lo que fue la poscaída de Fer­nando Lugo en el año 2012, y luego el 2013, con la transi­ción de Gobierno, y decir que esta inestabilidad política no tiene costo económico y social es mentirnos a nosotros mis­mos. Esta crisis política traerá consecuencias económicas y sociales muy importantes por encima de lo que ya sabemos que trae la pandemia”, dijo.

Señaló también que el gobierno de Abdo Benítez no sufrirá cambios en los años que restan de su mandato, argu­mentando que será un gran desafío para el colorado poder revertir las situaciones que gol­pean a su administración.

“Ahora podemos pensar que luego de 31 meses podemos cambiar algo, la verdad yo creo que no, no habrá un giro muy dramático, ojalá que sí, soy deseoso porque al mismo tiempo que estoy diciendo me siento contrario a la posibili­dad del juicio político por los costos económicos y sociales que tiene para el Paraguay, creo que también es cierto que la capacidad que pueda tener el Gobierno para dar un giro a la gestión realmente es un gran desafío, pero no creo que se pueda dar”, mencionó.

Agregó que la responsabili­dad total recae en la gestión del mandatario, soste­niendo que logró tener el respaldo total del Congreso Nacional en temas económi­cos, pero a raíz de la corrupción no se logró responder a la ciudadanía, esto sumado a la falta de liderazgo.

“La ciudadanía sabe que todo lo que el Gobierno pidió para enfrentar la pandemia se le dio, el nivel de endeudamiento nunca antes lo habíamos visto en el Paraguay y al mismo tiempo nos damos cuenta que todo lo que se le dio no fue sufi­ciente para poder prepararse de forma adecuada en el proceso de compra de los medicamen­tos en general, pero la vacuna en particular no fue un problema de aprobaciones parlamenta­rias, tampoco fue de una dis­ponibilidad financiera porque el Estado tiene la capacidad de conseguir los recursos, sino fue la incapacidad y la falta de una deci­sión política; en decir, el Estado lastimosamente es una burocracia que permite la corrupción”, sentenció.

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