El doctor Tomás Mateo Balmelli, médico pediatra e infectólogo, habló, entre otras cosas, sobre los riesgos ante el retorno a clases en medio de la pande­mia del covid-19, durante el programa “Fuego cruzado”, que se transmite por el canal GEN. En ese sentido, aseguró que al país no le queda otra que volver a las clases porque esperar lograr una inmuni­zación de rebaño permitiría el retorno a las aulas recién en el 2023.

El especialista señaló que el país está en un riesgo mode­rado y va a depender mucho del comportamiento de las auto­ridades que tenga que estar supervisando el cumplimento de las medidas sanitarias, de los padres, niños, y docentes.

“Poniendo toda la voluntad del mundo para que esto salga adelante. Si ponemos entre los indicadores el inicio escolar, la inmunización masiva y conse­guir una inmunidad de rebaño, vamos a comenzar el colegio en el 2023”, sostuvo.

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Haciendo una evaluación gene­ral de las condiciones sanitarias en las instituciones educativas del sector público, señaló que existen unas 3.000 escuelas que reúnen las condiciones desde el punto de vista sanitario para el retorno a clases presenciales, de las 8.500 que existen actual­mente. Es decir, que unas 5.500 escuelas y colegios públicos pre­sentan alguna deficiencia.

SUSCEPTIBILIDAD DE MENORES

El médico pediatra señaló que el niño o la niña no es el problema en la pandemia, indicó que los menores por muchas cuestio­nes fisiológicas, fisiopatológi­cas e inmunológicas pueden ser infectados por el virus, pero no afectados en forma severa. Añadió que el problema prin­cipal es comunicacional, aten­diendo que los menores de edad son fáciles de manejar desde el punto de vista disciplinario, porque saben seguir más fácil­mente las instrucciones. “El problema está en los adultos, adultos mayores, y en nosotros que somos más testarudos, en cumplir las medidas sanita­rias”, enfatizó.

POTENCIAL DE CONTAGIOS EN EL HOGAR

El especialista señaló que la conformación de las familias paraguayas es diferente a la del primer mundo, donde en una misma vivienda convi­ven niños, padres y los adul­tos mayores, que son los abuelos. Por tanto, la educa­ción y protocolos deben ini­ciarse desde la salida del niño de la casa para ir a la escuela, hasta su retorno al hogar. “Eso quiere decir que el niño debe ser aseado antes de ingresar al hogar, si nosotros nos ceñimos por los protocolos sanitarios. Lo ideal sería que una vez que vuelvan del colegio, su ropa sea lavada en forma diferen­ciada, tomen una ducha, con agua y jabón, y luego se integre al núcleo familiar”, precisó.

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