El tanque afectado por un rayo, presumiblemente, contenía 4 millones de litros de alcohol. El trabajo de los bomberos continúa en la fecha para aplacar las llamas.

El incendio de grandes proporciones regis­trado en la madru­gada de este domingo 31 de enero, tras la caída de un rayo en un tanque de alcohol con 4 millones de litros en la planta central de Petróleos Para­guayos, deja al descubierto el precario sistema de segu­ridad de la petrolera estatal en su planta central ubicada en Villa Elisa. El siniestro se habría iniciado a la 1:30, apro­ximadamente.

Tanto es así que tras largas horas de lucha contra el sinies­tro sigue sin ser sofocado, ya que los bomberos volunta­rios esperan la llegada de una espuma especial para apagar por completo las llamas y neu­tralizar así la amenaza de que se expandan a otros tanques de combustibles, más infla­mables y peligrosos por su capacidad de explosión. Mien­tras, trabajan como pueden para contener el fuego den­tro del tanque que, afortuna­damente, no tiene riesgo de derrumbe.

Por si esto fuera poco, las familias que viven en la zona y que fueron evacuadas rela­taron que los policías llega­ban casa por casa e incluso los propios vecinos tocaban el timbre en las viviendas para dar aviso sobre lo que estaba ocurriendo, atendiendo que el siniestro se desató a la madru­gada y que Petropar tampoco cuenta con un sistema de alerta o con un plan de eva­cuación en caso de desastre.

Cabe mencionar que si el afec­tado por el rayo hubiera sido otro tipo de combustible, tal vez la historia sería otra, y el tiempo de aviso y la rápida eva­cuación hubieran sido esencia­les para precautelar la vida de cientos de personas.

Entre la madrugada y la mañana de ayer, poblado­res de la zona, a 500 metros a la redonda, fueron evacua­dos a albergues provisorios a manera de precaución y por el peligro que representaba una posible expansión del fuego a los demás tanques.

Al lugar llegaron al menos 100 bomberos de diferentes dota­ciones, opacando al equipo humano de seguridad o pre­vención de Petropar, que solo fue mencionado por el ente en un comunicado. ¿Acaso este fue sobrepasado o es tan ínfimo que no tiene capaci­dad para lidiar con desastres como el registrado? ¿No fun­cionó el pararrayos? ¿Con qué equipos cuenta Petropar para contrarrestar un incen­dio? Al parecer, no tiene los recursos mínimos y ello con­vierte al lugar en una bomba de tiempo.

El presidente de la petrolera, Denis Lichi, comentó que la estructura siniestrada no posee un cortafuego, pero sí cuatro cañones instalados para poder minimizar este tipo de hechos. Para tran­quilidad, mencionó que la infraestructura posee cha­pas espesas, colocadas de acuerdo con normas inter­nacionales, por lo que no existe riesgo de colapso. “Lo que me dijeron es que el fuego se inició por la caída de un rayo por el tanque. Sería un tanque de 4 millones de litros de alcohol”, señaló Lichi en comunicación con Universo 970 AM.

Los bomberos intentan man­tener refrigerado el tanque, caso contrario, se verá afec­tado por el calor. De hecho, esperan que se apague el fuego cuando “se agote el alcohol” por la quema.

Para Lichi, quien reconoció que no poseen un sistema de alarma para que los veci­nos sepan si ocurre algo en la planta, este “generará una psi­cosis en la población”.

Los nuevos voluntarios que juraron el sábado, ayer tuvieron su primera prueba de fuego, comentó el capitán Rubén Valdez.

El capitán de los bomberos voluntarios Rubén Valdez explicó que varias unidades acudieron a la planta de Petro­par para combatir las llamas a causa del voraz incendio. Actualmente, la situación se encuentra más controlada.

“Estamos trabajando con prácticamente todas las uni­dades de Central. Se están haciendo los procedimientos y cumpliendo los protocolos establecidos. También esta­mos protegiendo los demás tanques”, explicó Valdez en comunicación con Universo 970 AM. Sostuvo que agentes de la Policía Nacional y fun­cionarios de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN)

están ayudando para sofocar el siniestro iniciado durante la madrugada de este domingo. El fuego se originó en un tan­que de alcohol con una capa­cidad de 4 millones de litros y que tenía unos 3,5 millo­nes de litros del producto al momento del hecho.

Mencionó que se está espe­rando la llegada de un pro­ducto especial, un extintor con espuma utilizado para estos casos, para combatir mejor las llamas. Se estima que los trabajos de enfria­miento seguirán por varias horas más ante la magnitud del siniestro y la peligrosidad por los productos almacena­dos en la planta de Petropar.

Unos 150 nuevos bomberos que juraron el sábado como nuevos miembros del cuerpo amarillo tuvieron su prueba de fuego en el incendio de uno de los tanques de alcohol de la planta de Petropar en la ciu­dad de Villa Elisa.

“Muchos de los nuevos bom­beros se encuentran teniendo su prueba de fuego, su primera experiencia con los trabajos de contención, control y extin­ción de fuego que realizan en la sede de la petrolera esta­tal”, informó Valdez poste­riormente en conversación con la radioemisora 920 AM.

Señaló que ellos, como supe­riores en la cadena de mando del cuerpo amarillo, tienen que estar constantemente atendiendo a los nuevos miembros y protegerlos un poco más. “A la par, le damos una enseñanza con esta situación que se presenta ahora. Yo cuento con 42 años de servicio y no recuerdo haber prestado servicios de esta magnitud”, refirió.

A través de tuit publicado en la cuenta de Green Tour Maga­zine, se insta a la ciudadanía a colaborar con los bomberos que trabajan para controlar el incendio en Petropar.

Para las personas de buena voluntad y con deseo de cola­borar se pide agua, comida y bebidas isotónicas, esto de manera de permitir que pue­dan reponer energías luego de la ardua labor realizada.

Se habilitaron varios locales para las familias que se vieron obligadas a dejar sus casas ante el riesgo de una explosión.

Aproximadamente unas 350 familias fueron evacuadas luego de iniciarse el incendio en un tanque de reservorio de alcohol de Petropar, en la planta situada en la ciu­dad de Villa Elisa, explicó el intendente de la mencio­nada ciudad, Ricardo Esti­garribia.

El jefe comunal dijo que las personas están en dos alber­gues que fueron habilitados para la seguridad de las fami­lias afectadas por el sinies­tro, el Comité de los libera­les y el tinglado de la Iglesia Virgen del Carmen. Poste­riormente, se informó que la Seccional Colorada también habilitó su local para alber­gar a los evacuados. La Secre­taría de Emergencia Nacio­nal también se hizo presente para asistir a las personas que salieron de sus hogares.

El jefe comunal explicó tam­bién que se observó una can­tidad importante de perso­nas en otros lugares, como estaciones de servicios, que utilizan como refugio tem­poral teniendo en cuenta la situación. “Fueron evacuadas todas las familias que esta­ban dentro de los 500 metros a la redonda. Estamos prepa­rando almuerzos para todas las familias afectadas y que están aún en los albergues. Este servicio es para mayor comodidad de las mismas”, expresó el jefe comunal.

El intendente de Villa Elisa comentó que hubo casos de familias que volvieron a sus respectivos domicilios, a pesar de que aún no había condiciones de seguridad que así lo permitan.

Tras el incendio registrado en la madrugada del domingo en un tanque de alcohol que con­tenía 3,5 millones de litros, muchos se preguntaron por qué seguía ardiendo, aten­diendo la torrencial lluvia que se registró desde la noche del sábado y que en teoría ayuda­ría a aplacar las llamas. Sin embargo, esto no es así, ya que existen diferentes clases de incendios y formas de extin­guirlos, en algunos casos, el agua no los apaga, sino que los aviva o expande.

Los incendios se clasifican en A: son los producidos con materiales sólidos, tales como madera, papel, car­tón, telas, y se caracterizan porque al arder forman bra­sas y cenizas que se propa­gan de afuera hacia adentro. Para apagarlos se emplea de preferencia el enfriamiento con agua.

Los incendios de clase B involucran líquidos y gases combustibles, tales como el petróleo y sus derivados, alcoholes, propano, butano, grasas, entre otros. Son fue­gos superficiales que ocu­rren en tanques abiertos, derrames o fugas de sustan­cias combustibles. Estos no se apagan con agua, pero sí con agentes extintores como AFFF, CO2, polvo ABC, polvo BC, HCFC 123. Es el regis­trado en Petropar.

Siguen los siniestros de clase C, que se originan a partir de la corriente eléctrica, por un cortocircuito. Se presenta en equipos y maquinarias, tales como motores, alterna­dores, generadores, subesta­ciones, maquinaria de sol­dar, etc. Para extinguirlos, es necesario utilizar agen­tes extintores, tales como polvo químico seco y bió­xido de carbono.

Los incendios de clase D, en los que metales como mag­nesio, titanio, sodio, litio, potasio arden al estar en contacto con el agua o el aire. No se deben usar extintores comunes, pues existe el peli­gro de aumentar el fuego. Se emplean polvos especiales como el grafito para sofo­carlos.

Y, por último, los incendios de clase K, que involucran a acei­tes y grasas de origen vegetal y moral, en estos casos, solo se utiliza acetato de potasio para extinguirlos.