De nuevo el jefe de Estado, Mario Abdo Benitez, quedó en ridículo al ser ampliamente rebasado en la función de anunciar a nuevos miembros de su gabinete, atendiendo que media hora antes, tal anuncio ya fue formulado por el ex gobernador de Guairá, Rodolfo Friedman.
Al mismo tiempo, constituye otra muestra de la ausencia de gestión orgánica, no solo de la comunicación, sino de la propia organización interna en el gabinete de Abdo Benítez.
Normalmente en todos los gobiernos del mundo la prerrogativa del anuncio oficial de un nuevo ministro corresponde a la Presidencia de la República o a sus cuentas oficiales, pero en esta ocasión –una vez más– el cuestionado Friedmann, un día después de ser sancionado con restricciones por un juez a consecuencia de la “tragada” de las meriendas escolares en el Guairá, se atribuyó el rol de líder del Poder Ejecutivo y se adelantó a Marito. Finalmente, quien queda siempre en posición desventajosa es el Presidente.