En las imágenes satelitales se puede observar cómo en nueve años de invasión ilegal, la estan­cia Pindó ha perdido más de 2.000 hectáreas de bosques nativos. Teniendo en cuenta que antes de la invasión, y para solicitar la licencia ambiental, se registró que el 65% de la pro­piedad, es decir unas 2.786 hec­táreas, eran bosques nativos. Tras la invasión en febrero del 2012, se inició una tala indiscri­minada de árboles.

Ante esta situación, Marga­rita Colmán, representante de la firma Pindó SA, dijo que esperan que las autoridades de seguridad autoricen y acom­pañen el allanamiento de téc­nicos del Instituto Forestal Nacional (Infona) para hacer un relevamiento de las espe­cies de árboles que aún que­dan en los bosques. La sospecha es que ya se han talado en su mayoría las especies nativas de mayor valor y las zonas verdes que se ven en la imagen satelital son apenas matorrales.

“Supuestamente que­dan unas 700 hectáreas de bosque, pero es necesario hacer estudios más profun­dos in situ, con los técnicos de Infona. Porque también están haciendo extracción selectiva de madera, en la imagen satelital se ven man­chones verdes, pero esos pue­den ser solo matorrales, ya no árboles”, comentó.

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