Tras el asalto en la tarde del miércoles al Capitolio de los Estados Unidos por parte de adherentes protrumpis­tas, las repercusiones a nivel mundial se dieron de manera súbita por lo que representa la democracia norteameri­cana. Son varios los hechos de violencia a nivel global que llevan a analizar la concate­nación de los efectos sobre el sistema democrático.

Roberto Izurrieta, analista político y académico de la Universidad George Was­hington, con amplio cono­cimiento de la realidad política paraguaya, analizó los paralelismos de estos hechos y otros. Sostiene que “tenemos que ser con­sistentes en nuestros prin­cipios, en nuestros valores, en la manera como juzga­mos los actos. Yo rechacé categóricamente la quema del Congreso en el Paraguay”.

Roberto Izurieta.

En esa lógica también se repu­dian los hechos políticos de la misma envergadura. “He condenado categóricamente los actos de violencia que se produjeron en Quito (Ecua­dor), en Santiago (Chile), en octubre del año pasado. He condenado los actos de vio­lencia en las manifestaciones de Black Live Matters. Rati­fico mis posiciones”, sostuvo sobre su lectura política de los hechos actuales.

LA PROTESTA ES UN INSTRUMENTO DE LA DEMOCRACIA

Continuando con su análisis, Izurieta sostiene que la pro­testa, legítima y pacifica es un instrumento de la democra­cia. “La violencia es inacep­table. Todo acto violento debe ser contenido y proce­sado por las autoridades del orden. Cuando estos violen­tos y criminales vándalos se mezclan dentro de manifesta­ciones pacíficas. Los manifes­tantes pacíficos tienen la obli­gación de separarse”, sostuvo.

En ese sentido, continúa y sostiene “esa es la primera obligación de las autoridades para que no exista ninguna confusión. Es un mecanismo básico de precaución”. Y dice que en los actos de ayer “esa división era muy difícil de hacer, porque cientos parti­ciparon del acto vandálico, calificado como un día muy oscuro en la historia de los Estados Unidos”.

ACTO VANDÁLICO O ACTO DE INSURRECCIÓN

El profesor hizo énfasis en que los actos “al princi­pio se los calificó como un asalto y después fue califi­cado por los ex presidentes, incluyendo a un republicano, como un acto de insurrección inaceptable para los Esta­dos Unidos”. Mencionó que un senador republicano fue más allá y responsabilizó al presidente de la República, Donald Trump, de incitar estos actos. “La retórica polí­tica tiene consecuencias en las acciones”, aseveró.

Fue claro al mencionar que existen las responsabilida­des civiles y penales de aque­llos que participaron en los actos vandálicos de ayer. Pero resaltó que las autori­dades tienen las responsabi­lidades políticas de “cuidar de sus palabras para evitar que ninguna de ellas inciten a la violencia”. Finalmente, des­tacó que ambas Cámaras se hayan reunido el día de ayer para realizar este acto mera­mente protocolar de proce­der al conteo de los votos del Colegio Electoral, que era la respuesta del voto popular expresado en noviembre.

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