A través de un comu­nicado, el titular de la Federación de la Producción, la Industria y el Comercio (Feprinco), Bel­trán Macchi, lamentó que los líderes políticos mientan al país desde el primer gobierno civil del período democrático, hace casi 30 años, respecto a la reforma del Estado, la ade­cuación del sistema tributa­rio, así como la reducción de los gastos del Estado.

En ese sentido, desde la Feprinco pun­tualizan tres puntos clave en los que se consideran embau­cados. El primero, durante el gobierno de Juan Carlos Wasmosy, quien creó incluso un Consejo de Reforma del Estado, pero quedó en los pape­les, sin resultados. El segundo gobierno que les mintió fue el de Nicanor Duarte Frutos, con quien se firmó un acuerdo polí­tico-empresarial-ejecutivo, para la reforma impositiva, que incluía una agenda de reformas del Estado muy necesarias, que finalmente no avanzaron.

La última mentira, ahora con el gobierno de Mario Abdo, señalan la promesa de una reforma impositiva con nue­vos tributos y cambios para mayor recaudación de otros existentes. Así como la pro­mesa de mejorar las compras públicas, que quedó diluida y aparece nuevamente la agenda de reformas en la pandemia. Asimismo, el empresario Macchi advierte sobre el creciente “populismo” en las decisiones de los tres poderes del Estado, sumado al intervencionismo estatal con sello populista en la actividad privada, están con­duciendo “a una mayor insegu­ridad jurídica y debilitamiento de las condiciones necesarias para la inversión privada, única generadora de empleo y riqueza sostenible”, expresa el comunicado.

Ante toda esta situación, el sector privado, mediante la Feprinco, hace un fuerte lla­mado a combatir con firmeza estos factores de inestabilidad jurídica, así como aquellos que generan inestabilidad política, económica y social y afectan principalmente a los ciuda­danos como la violencia física urbana y rural, el narcotráfico, las bandas criminales y el EPP. “Para la Feprinco es necesario el respeto a la propiedad pri­vada y señala que la relativi­zación de la propiedad privada debilita nuestro modelo demo­crático republicano. Los nive­les alcanzados por el endeuda­miento público, el déficit fiscal para enfrentar la pandemia y los distintos programas de asistencia a los sectores más afectados no son sostenibles en el tiempo”, manifiestan.

Por tanto, consideran que lo único que resta es una pro­funda y verdadera reforma del Estado que busque ahorro en el gasto corriente, en la plani­lla salarial del sector público y ahorro en las compras públi­cas; así como hay mucho que avanzar en el combate al con­trabando y la informalidad. Hay mucho espacio para mejo­rar la eficiencia y eficacia del Estado con servicios de calidad a la ciudadanía”, concluyen.

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