Desde de la Federación Nacional Campesina resaltaron el reclamo que hizo la Iglesia católica en la Misa de Caacupé, respecto a los grandes problemas que afecta a los pequeños productores, como el “abandono al campesinado, la falta de una política de reforma agraria, la solución definitiva para los grandes problemas sociales y económico, están en la distribución de la tierra y en el apoyo a la agricultura, eso es un tema central, incluso la Iglesia toma conciencia de esto”, expresó Marcial Gómez, miembro del gremio.
Mientras que desde el Poder Judicial no cayó muy en gracia las palabras de monseñor Ricardo Valenzuela, quien cuestionó la Justicia por estar muy corrompida. Al respecto, el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Alberto Martínez Simón, defendió la reputación del sistema judicial, alegando que a su parecer la mayoría de los magistrados son personas honestas que viven para hacer cumplir la ley.
“Siempre fui un convencido de que la imagen que tiene la ciudadanía sobre el Poder Judicial no corresponde a la realidad. Yo tengo una imagen positiva de los magistrados. Hay muchos cambios por hacer, pero son trabajos que nos llevarán años. La gran mayoría de jueces y abogados son personas correctas”, comentó.