Alfredo Boccia criticó al ex presidente Horacio Cartes, a quien lo tildó de misógino, de haber dado un discurso “algo extravagante y con dos mentiras inadmisibles: la ANR no es la reserva moral del país y es tan, pero tan, de derecha que es impensable que prospere una izquierda colorada”. Todas ellas afirmaciones falsas que vienen de un falsario, porque ignorante no creo que sea.

Empiezo por lo más básico. Que critique a una populista de izquierda como Kattya González y a Rocío Vallejo no lo convierte en misógino. Al atacar sus posturas no se ataca a la feminidad ni se refleja un odio contra las mujeres; pero eso ya Boccia debería saber, por lo que son sencillamente mal intencionadas sus afirmaciones.

Soy mujer, soy cartista, y nunca me he sentido atacada por ser mujer. De hecho, Boccia debería saber que Cartes dio a las mujeres mucho más espacio político que ningún otro. Ni siquiera en sus tácticas son originales, pues la misma campaña contra Trump intentan reproducir en Paraguay.

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LA ANR ES LA RESERVA MORAL DEL PAÍS

Les guste o no a Boccia y a los monosabios de la agenda globalista, la ANR fue, es y será la reserva moral del país. Impulsar una falacia ad hominem, atacando la vida personal de los hombres, no quita el hecho de veracidad de lo que se diga o de la razón que tengan las políticas impulsadas.

No hace falta ser mujer para ser ginecólogo, así como tampoco hace falta ser santo para defender a la moral. Después de todo, cada santo tiene su pasado y cada pecador su futuro. En ningún momento Cartes se pronunció como figura modélica de la moral, pero en definitiva no es un Lugo.

Además, y lo debo decir, es de gente mala, de gente ñaña, el querer tergiversar las cosas. Nadie se opone a que los adultos hagan lo que quieran con su sexualidad siempre que no quebranten las leyes. Aquí estamos hablando de niños, de defender la patria potestad y de defender nuestra soberanía contra influencias foráneas.

Les guste o no, somos un país conservador. Mientras que en Argentina las feministas marchan desnudas, en Paraguay nuestras feministas danzan en las calles con vestidos largos.

INFILTRADOS DE IZQUIERDA EN LA ANR

Claro que sí hay infiltrados de izquierda en la ANR. Nicanor Duarte es un chavista de izquierda y es, sin dudas, el mentor doctrinario de Marito (quien sí es un personaje de pocas luces). Si a Cartes se lo criticó por tener en sus filas a figuras no republicanas, a Marito se lo critica por tener un gabinete lleno de “anticolorados”. Todo lo que criticó a Cartes, terminó haciéndolo peor.

En el gobierno de Marito gobiernan los que persiguen al partido republicano. El mismo Nicanor, “Mariscal de la derrota”, que llevó al coloradismo a la llanura, es figura clave de este gobierno. Como director de Yacyretá ha duplicado el número de planilleros, la gran mayoría de ellos, todos de izquierda (pero claro, que sean zurdos de caviar desconcierta un poco).

Creo que sería tedioso nombrar a todos los “anticolorados” de izquierda de este gobierno. El Che Sequera, Eduardo Petta, Euclides, José Casañas Levi, Rubén Capdevila (ministro de Cultura)…, son solo unos nombres. Marito ha traicionado a sus amigos de infancia, a sus aliados políticos, a su partido y a su país. Es un traidor y vendepatria.

Quizás Boccia y los demás monosabios de la agenda globalista puedan aprender algo leyendo a un intelectual como Alan Redick, que publicó en El Nacional un artículo titulado “La amenaza globalista y socialista (Siglo XXI)”; de paso quizás también pueden leer los artículos donde argumenta su postura contra la ideología de género en las escuelas; eso, por si les interese una opinión calificada que no venga del cartismo.

Mentiras y falacias parecen ser los únicos argumentos que tienen. La verdad nos hará libres.

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