La editora de Investiga­ción del Grupo Nación, Rossana Escobar, denunció ayer que desde el día jueves notó que frente a su vivienda se estacionaba un vehículo desconocido. Tras la denuncia, señaló que ya tiene identificado el rodado, a su propietario y a los víncu­los que podría tener el propie­tario. A modo de resguardar la investigación que ya inició, dijo que no podría dar mayo­res detalles sobre el mismo.

Escobar reconoció en con­versación con La Nación que tras conocer los detalles de a quien pertenece el vehículo, y los vínculos que tiene, está intranquila y con temor por su familia. “Estoy muy tensa, muy nerviosa, desde que vi ese auto frente a mi casa no estoy tranquila. Más aun peor des­pués de enterarme del propie­tario y sus vínculos”, comentó.

La profesional de investiga­ción señaló que su sospecha de quienes están monitoreando su casa serían personas rela­cionadas al caso 31-M, es decir la quema del Congreso Nacio­nal la noche del 31 de marzo, y los incidentes dentro del Par­tido Liberal Radical Auténtico, donde se produjo la muerte de un joven dirigente liberal en la madrugada del 1 de abril. “Las rondas aparecieron luego de que se mediatizaran los videos nunca revelados que ponen en duda sobre el autor del cri­men de Rodrigo Quintana”, comentó.

Asimismo, señaló que el hecho de que está siendo vigilada su casa, considera como un amedrentamiento, con el fin de generar miedo y pánico de ser monitoreada por descono­cidos. “No puedo decir aún las características del vehículo, pero ya lo tenemos identifi­cado al rodado, a su propieta­rio y a los vínculos del mismo”, remarcó la periodista.

Añadió que está segura de que es su casa la que está siendo vigilada, porque vive en una urbanización nueva, y con pocos vecinos alrededor. “El jueves comenzaron a vigilar mi casa, se estacionaron, yo me doy cuenta que me están con­trolando, el vehículo no es del barrio, con el motor en marcha, y dando vueltas en las inme­diaciones de la vivienda. Es evidente que están queriendo saber con quién hablo, porque se sabe que los periodistas tra­bajamos desde nuestras casas, y tal vez quieren saber quiénes son nuestros informantes con relación al caso”, comentó.