El presidente de la República, Mario Abdo Benítez, rindió ayer cuentas a la ciudadanía ante el Congreso Nacional, como exige la Constitución, con un fuerte enfoque hacia lo que hizo en esta cuarentena sanitaria por coronavirus y las obras públicas que no pararon, con la decisión de obviar los hechos de corrupción en su gobierno, lo que le reportó cuestionamientos de varios sectores políticos.
El Presidente mencionó como logros de su trabajo la lucha para controlar la pandemia del covid-19 con la implementación de la cuarentena inteligente, la construcción de hospitales de contingencia y la implementación de albergues. No obstante, en lo que fue un atisbo de autocrítica, afirmó que no está conforme con la ejecución del Ministerio de Salud de los fondos de emergencia y prometió un mayor esfuerzo para mejorarla. Apenas fueron ejecutados US$ 4 millones de los US$ 100 millones disponibles.
“No estamos satisfechos con la ejecución del presupuesto de Salud y vamos a hacer todos los esfuerzos para mejorarla”, dijo el mandatario durante su informe presentado en el auditorio del Banco Central del Paraguay (BCP), por primera vez de manera virtual, que fue seguido de cerca por los legisladores de ambas cámaras mediante videoconferencia.
Sostuvo que se tomó una decisión política que para algunos era precipitada, pero necesaria para mitigar el impacto de la pandemia, que fue la cuarentena a fin de evitar una propagación masiva del virus. A su criterio, fue una muestra de compromiso y valentía del Gobierno, movilizando a todos los organismos del Poder Ejecutivo.
El jefe de Estado se limitó a señalar que “los recursos destinados para la lucha contra el coronavirus están siendo ejecutados con transparencia” y recordó que para eso fue creada la Comisión de Compras, pero sin hacer mención alguna a los problemas que se dieron con las sospechas de corrupción hacia los funcionarios públicos involucrados en la adquisición irregular de insumos sanitarios procedentes de China. Ni se acordó de Patricia Samudio ni de Édgar Melgarejo, ex funcionarios de Petropar y de la Dinac, respectivamente, quienes le hicieron mucho daño a la imagen de su gobierno.
EDUCACIÓN
El presidente de la República resaltó como hecho positivo la educación a distancia en esta pandemia y felicitó a los docentes que tuvieron que adaptarse rápido a la nueva coyuntura. En este punto tampoco se refirió a su ministro Eduardo Petta, quien fue interpelado en el Congreso Nacional por su pobre trabajo en esta área. Abdo también valoró “la reconversión” de los kits escolares a kits de alimentos. Dijo que las clases virtuales dieron respuesta a un derecho fundamental y universal, con un plan dirigido a todos los niveles y que fue posible mediante el esfuerzo del Estado, las instituciones y las familias.
Al hacer referencia a la cuestión laboral, sostuvo que “no solo en el campo de la salud hemos tenido señales positivas, porque más de 70 mil trabajadores han vuelto a sus puestos”. En tal sentido, agradeció a cada ciudadano por el esfuerzo, pero pidió que “no debemos bajar la guardia para salir más fuertes y solidarios”. Insistió a todos en seguir en la disciplina del lavado de manos, uso de mascarillas y el distanciamiento físico, a pesar de la “deuda histórica” del Estado con el sistema de salud.Informó que se prevé una inversión que ronda los US$ 480 millones para el segundo semestre del 2020, que se inicia hoy. Indicó también que se espera una ejecución de US$ 1.372 millones que generarían 124.000 empleos directos e indirectos, garantizando así el consumo familiar.
SE ENCOMENDÓ A DIOS
En un momento dado, el presidente Mario Abdo prácticamente se quiebra cuando hizo mención a Dios, a quien se encomendó para que le dé fuerzas. En el final de su alocución, con una voz temblorosa, casi llegando a las lágrimas y tras parafrasear al papa Francisco, encomendó a Dios el camino de Paraguay hacia una recuperación económica pospandemia.
“Encomienda a Jehová tu camino, confía en él y él hará. Hoy encomiendo el camino de Paraguay a Dios, declarando su reactivación económica, progreso, unión, estabilidad, reconciliación. Dios nos bendiga a todos y Dios bendiga al Paraguay”, expresó el Presidente al tiempo de dar a entender a la ciudadanía la plena confianza que tiene en Dios.