El juez penal de Garantía, Gustavo Amarilla, aclaró ayer que hace más de dos meses ya decretó la orden para proceder a la captura internacional de la empresaria prófuga Dalia López, procesada por los documentos falsos del jugador brasileño Ronaldhiño y su hermano, quienes ingresaron al país en forma irregular presentando documentos con nacionalidad paraguaya adulterados. Hasta la fecha se desconoce dónde está la mujer.
El juez Gustavo Amarilla indicó a la radio Universo 970 AM que desde el mes de marzo está vigente una orden de captura internacional contra la empresaria López, ante un requerimiento que había hecho la Fiscalía porque la mujer no comparece ante la justicia. “La señora tiene orden de captura nacional e internacional. No se reiteró. Lo que tenemos es una orden vigente a la espera de que Interpol informe sobre su ubicación”, dijo el magistrado.
Dalia López está sospechada por producción mediata y uso de documentos públicos de contenido falso en el caso Ronaldinho y su hermano, y de asociación criminal. La misma esta prófuga y con orden de captura nacional desde el 7 de marzo, e internacional desde el 21 del mismo mes. Esto, conforme a la orden dispuesta por los fiscales Omar Legal, Federico Delfino, Alicia Sapriza y Marcelo Pecci.
La orden de captura internacional se produjo luego de que el pasado 18 de marzo, la empresaria Dalia López debía comparecer ante el Juzgado Penal de Garantías, para la audiencia de imposición de medidas. Tras la incomparecencia de López, los fiscales requirieron al Juzgado a cargo del magistrado Gustavo Amarilla, sea declarada en rebeldía y por ende comunique su orden de captura internacional a la Interpol Paraguay.
Sus abogados defensores presentaron un documento médico, alegando problemas de salud y de sentir temor de contraer covid-19.
Cabe recordar que días después de su declaración en rebeldía, los fiscales intervinientes realizaron allanamientos en propiedades e inmuebles, pertenecientes a la empresaria, ubicados en barrio Carmelitas y en la ciudad de Lambaré, donde incautaron documentos, equipos informáticos y circuito cerrados, entre otros elementos de evidencias.