El ex presidente de la República, Horacio Cartes, saludó a la mandataria de China-Taiwán, Tsai Ing-wen, por el inicio de su segundo período presidencial, resaltando su gran amistad. “Con la República de China-Taiwán nos une una gran amistad. Saludo a su presidenta Tsai Ing-wen y al vicepresidente Lai Ching-te, en la recordación de su segundo mandato. Mi respeto y admiración a todo el pueblo de Taiwán”, escribió ayer en su cuenta personal en la red social Twitter.
La presidenta taiwanesa fue reelecta en los comicios electorales llevados a cabo el 11 de enero pasado. Del 57,13% de la población habilitada, más de 8.000.000 de ciudadanos votaron por su continuidad en la presidencia.
Tras el triunfo en los comicios libres y democráticos, Tsai Ing-wen inició ayer su segundo período presidencial por otros cuatro años. Las elecciones fueron marcadas por un gran favoritismo hacia la mandataria por el manejo que le dio a la situación de la pandemia del covid-19 y a la buena gestión del país en su primer período presidencial. Esto gracias a la alianza entre el Partido Democrático Progresista, la Unión Solidaria por Taiwán y el Partido por la Independencia de Taiwán.
COEXISTENCIA PACÍFICA
La presidenta Tsai Ing-wen aseguró ayer, en su discurso de investidura, que China debe aceptar una coexistencia pacífica junto a un Taiwán democrático que nunca aceptará una dominación del gobierno de Pekín, reportó la agencia internacional AFP.
Los taiwaneses reeligieron triunfalmente a Tsai, que consiguió un segundo mandato con una victoria aplastante en enero, en una clara respuesta a la constante campaña china para aislar a la isla. La dirigente, de 63 años, es considerada como una gran enemiga por el gobierno de Pekín, pues defiende que su isla es un Estado soberano de facto, y rechaza con firmeza la visión china de una “China única”.
Sin embargo, Tsai ha renovado su oferta de conversaciones con China y pidió al presidente Xi Jinping que trabaje con ella para reducir las tensiones. “Ambas partes tienen el deber de encontrar una manera de coexistir a largo plazo y evitar la intensificación del antagonismo y las diferencias”, afirmó la presidenta.
Pero, desde que Tsai asumió el cargo por primera vez, en el 2016, China ha rechazado las ofertas de conversaciones y aumentado la presión económica, militar y diplomática contra una isla que considera como una provincia rebelde que algún día debe volver a la soberanía de la madre patria. En efecto, Pekín considera a Taiwán como parte de su territorio y ha prometido recuperar ese territorio por la fuerza si fuera necesario. El gigante asiático prevé un modelo de “un país, dos sistemas” que, como en Hong Kong, permitiría a Taiwán mantener algunas libertades mientras acata el dominio de China continental.
Sin embargo, Tsai dejó claro en su discurso de investidura que ese modelo no tiene futuro. “No aceptaremos el uso por parte de las autoridades de Pekín del modelo ‘un país, dos sistemas’ para degradar a Taiwán y socavar el statu quo”, dijo. “Nos mantenemos firmes en este principio”.
SEPA MÁS
Cuestión de “soberanía nacional”
Taiwán –llamada oficialmente República de China– ha sido gobernado por separado de la parte continental desde 1949, después de que los nacionalistas del Kuomintang, liderados por Chang Kai Chek, perdieron una guerra civil contra los comunistas y huyeron a la isla para establecer un gobierno rival, informó la AFP.
A lo largo de las décadas, en particular tras el levantamiento del estado de emergencia en la isla en los años 1990, una identidad taiwanesa distinta ha emergido, y muchos taiwaneses no desean ya la reunificación con China. Esta evolución preocupa en Pekín, que considera como una línea roja cualquier declaración formal de independencia. Este miércoles 20, tras el discurso de la presidenta Tsai, un alto responsable chino reiteró que no aceptaría jamás una secesión de la isla.