Entre los años 1806 y 1807 ocurrieron las invasiones inglesas al Río de la Plata, y en su defensa, la población recurre a la ayuda de los vecinos. Fueron enviadas tropas desde el Paraguay (con la presencia de algunos futuros próceres), que terminaron por vencer a los ingleses. Este acontecimiento, y la separación de las colonias inglesas del poder Real en América del Norte, el 4 de julio de 1776, fueron los más importantes antecedentes que generaron conciencia propia y un sentimiento de patriotismo que posteriormente motivaron la independencia del Paraguay de la corona española el 14 y 15 de mayo de 1811.
El profesor y abogado Eduardo Ortiz Mereles, integrante de la Asociación Cultural Mandu’arã, arrancó diciendo que “las ideas revolucionarias de libertad que proclamaban Locke, Montesquieu, Rousseau, Voltaire tuvieron amplia repercusión más allá del Atlántico; llegando incluso a las provincias que eran tierras del dominio de los imperios de la época: España, Portugal e Inglaterra”, dijo el historiador, a modo de introducción.
“Como antecedente remoto a la independencia de nuestro país, encontramos que entre 1717 y 1735, se daba el levantamiento de los llamados Comuneros en la Provincia del Paraguay en contra del gobernador Diego de los Reyes Balmaceda”, añadió.
Explicó que con la separación de las colonias inglesas del poder Real en América del Norte, el 4 de julio de 1776, se daba “la primera proclamación de independencia, un hecho motivador para el resto del continente”.
Recordó también que con la Revolución Francesa, en 1789, se iniciaba el control del poder con las nuevas ideas de “libertad, igualdad y fraternidad”, que poco a poco fueron cambiando las monarquías absolutistas por otros regímenes de gobierno, trasladándose luego estas ideas a los estudiantes de la colonia que cursaban sus estudios en el viejo continente al volver a sus pagos.
“Los gobiernos provinciales en el Río de la Plata, por su parte, continuaban con una política económica opresiva y egoísta que a través de un sistema más riguroso de control creaban nuevos impuestos. Contaban además con un régimen exclusivista, donde sólo los españoles podían ocupar cargos públicos, generándose así un malestar en la población”, dijo.
INVASIONES INGLESAS
“Entre los años 1806 y 1807 ocurren las invasiones inglesas al Río de la Plata, y en su defensa la población recurre a la ayuda de los vecinos que con tropas enviadas desde el Paraguay (con la presencia de algunos futuros próceres) vencen a los ingleses, generándose a partir de allí una conciencia propia y un sentimiento de patriotismo, mencionan las profesoras Caballero y Tellechea”, subrayó.
El profesor explicó que pocos años después, el 25 de mayo de 1810, se conoció la noticia de que España había sido ocupada por los franceses, por lo que el Cabildo abierto proclama su independencia con la intención de reconstruir el Virreinato del Río de la Plata. “La misión del coronel José Espínola y Peña, enviada por la Junta de Buenos Aires procurando la anexión del Paraguay, resultó un fracaso diplomático”, significó.
“Acto seguido, y con una nueva misión militar; en este caso, la de Manuel Belgrano, para ‘invitar’ al Paraguay a la unión, parte hacia nuestro territorio. La propuesta olvidaba mencionar que era a través de las armas. Luego, Belgrano, al ser derrotado en las batallas de Paraguarí y Tacuary por los efectivos de la provincia, esto hace sentir con más fuerza la idea de que la independencia estaba ya desde tiempo atrás fuertemente arraigada en el espíritu paraguayo”, contó.
Destacó otros hechos relevantes: la invasión de los ejércitos de Napoleón Bonaparte a España, provocando así la abdicación de Carlos IV; el abandono del poder de Fernando VII, la aparición de la hermana de éste, Carlota Joaquina, quien reclamaba ocupar el trono. Poco después aparecieron los “carlotistas” que seguían jurando fidelidad a Fernando VII. Además, las juntas de Asunción, Montevideo y Buenos Aires ya habían declarado el desconocimiento del poder real “francés”, manteniéndose leales a la madre patria. A la par, los “porteñistas” pretendían anexar al Paraguay a Buenos Aires.
DOCTOR FRANCIA
El profesor Ortiz mencionó al historiador Eduardo Nakayama para recordar que de la mano de Rodríguez de Francia, y en un país con características propias como ser el idioma guaraní, la cultura, sus tradiciones y la propia gente que la hacía diferente de los demás vecinos, se forma una corriente nueva: los “paraguayistas”, que manifestaba que ellos mismos podían hacerse cargo del gobierno sin depender de ninguna intervención extranjera.
Ortiz indicó que en los primeros días de mayo de 1811, llegó a Asunción el teniente de Dragones portugués, José de Abreu Menna Barreto, enviado por Diego de Souza, para concretar el pedido de auxilio solicitado por Bernardo de Velasco y Huidobro, gobernador de la provincia del Paraguay, dándose así la posibilidad de anexión de la provincia al imperio portugués. Al enterarse de esto, los complotados decidieron adelantar el plan de revolución establecido para el 25 de mayo de 1811.
Recordó también a la historiadora Margarita Britos, quien según su revisión, finalmente, en la noche del 14 de mayo y desde la casa de los Martínez Sáenz, a cuadras de la sede del gobierno, se dio la orden de iniciar el golpe. “Después de horas de tensas negociaciones, Velasco ya no dudó. Toda resistencia era imposible ante la decisión de los patriotas. Contestó a Iturbe: ‘Dígale al comandante Cavallero que estoy dispuesto a todo, pues no quiero que corra una gota de sangre’. La revolución había triunfado y culminaría sin el uso de las armas, ni la muerte de ninguno de sus protagonistas”.
“Tras la gesta de 1811, Velasco continuó en el poder junto a otro español: Zeballos. El único paraguayo que formaba parte del gobierno era Gaspar Rodríguez de Francia. Este triunvirato se declara leal al rey Fernando VII, y aunque lo fue por poco tiempo; (Paraguay declara su independencia de España en 1813) no por ello se olvida ni se resta importancia a nuestro primer grito de libertad”, finalizó.