“Creo que tenemos una tendencia a mayor autoritarismo pospandemia, una tendencia a transformar gobiernos más autoritarios y en las democracias más avanzadas por líderes políticos de derecha, con el estilo de mano dura”, expresó ayer el analista político Marcelo Lacci, al hacer una evaluación de la coyuntura y de lo que podría resultar como consecuencia de esta pandemia por coronavirus a nivel mundial.
La impresión del analista político, con respecto al panorama político mundial que se tendrá luego de la pandemia del covid-19, es la de gobiernos con mano dura con tendencia a transformarse en gobiernos autoritarios. Sostuvo que en Paraguay, no obstante, “no va a tener tanto efecto”, pese a los discursos basados en la solidaridad y la necesidad de fortalecer el sistema de salud pública. Sostuvo que lo que se impone es un mensaje de derecha autoritario por no respetar la cuarentena.
La contingencia sanitaria que se impone en el país con la cuarentena sanitaria y todas las medidas “no tendría incidencia” en el ambiente político, a su entender, y añadió: “Esto porque el sistema es rígido sobre un voto que se estructura sobre la efectividad”. Lacci fue contactado por el Canal GEN y Universo 970 AM.
COMPRAS AMAÑADAS
El analista reconoció que todos los casos de compras amañadas tendrían un impacto inmediato; no obstante, reitera que no determinará cambios. Mientras, cree que la imagen del presidente de la República, Mario Abdo Benítez, “está en alza por cómo enfrentaron la pandemia, pero en cuatro meses, cuando tendremos que pagar económicamente el cierre, va caer de vuelta”.
Lacci estima que la estructura política se va a mantener y va a seguir funcionando igual, porque “se basa en elementos coyunturales que son estructurales”. Igualmente, reconoció que la imagen de algunos políticos van a subir y de otros van a bajar, según la coyuntura, pero esta tendencia “no influirá en el fondo dentro del drama en que se maneja la política en el país”, añadió.
Desde su perspectiva, las discusiones que se dan entre las potencias mundiales sobre la responsabilidad de China en la expansión del virus, vienen de aquellos “presidentes de gobiernos irresponsables, que saben que han fracasado en forma exagerada, y buscan un enemigo eterno para dar la culpa y no asumir la propia”, indicó Lacci.
LA MANO DURA DE BOLSONARO
Por otro lado, el presidente del Brasil, Jair Bolsonaro, es el líder político que ha dado señales concretas de ser la mano dura más visible de la región. Desde que se desató la pandemia por el covid-19, Bolsonaro optó por hacerse del desentendido para no tener que adoptar medidas restrictivas a la movilidad de sus ciudadanos, en una actitud que apunta a proteger su economía, pero que le está costando políticamente y en el incremento descontrolado de contagios del virus y muchas muertes.
Fisuras en el gobierno de Bolsonaro
El ministro brasileño de Salud renunció el viernes por “incompatibilidades” con el presidente Jair Bolsonaro en la lucha contra el nuevo coronavirus, incrementando las incertidumbres de una población sometida a órdenes contradictorias en pleno auge de la pandemia, informó ayer la agencia AFP.
El oncólogo Nelson Teich, de 62 años, duró menos de un mes en el cargo. El 17 de abril había reemplazado a Luiz Henrique Mandetta, otro médico, favorable a medidas de aislamiento social que según Bolsonaro pueden ser peores que la enfermedad, debido a sus consecuencias económicas.
Teich “pidió ser exonerado del cargo”, indicó por la mañana una nota del ministerio, sin explicaciones. “No acepté [ser ministro] por el cargo, sino porque pensaba que podía ayudar a Brasil y a la gente”, declaró tras agradecer a Bolsonaro haberle “dado la oportunidad de ser parte del Ministerio de Salud”.
Una fuente ministerial dijo a la AFP que la dimisión se debió a “incompatibilidades” en la estrategia contra la pandemia, que ya dejó más de 202.000 casos y casi 14.000 muertos en Brasil. El número de casos podría, sin embargo, ser hasta 15 veces superior, en un país sin generalización de test, según expertos.