La Cámara de Diputados retoma hoy nuevamente sus actividades legislativas luego del receso parlamentario con una misión casi imposible, depurar sus filas de legisladores que deben resolver su situación con la Justicia. Son dos los diputados privados de su libertad, quienes cumplen con prisión preventiva, uno en la Agrupación Especializada de la Policía Nacional y otro en Viñas Cué. La Cámara Baja iniciará sus actividades con 79 integrantes.
El receso parlamentario se inició el 21 de diciembre del año pasado y culminó ayer, 1 de marzo. Ahora está pendiente resolver la situación del diputado Miguel Cuevas, imputado por enriquecimiento ilícito y declaración falsa, atendiendo que se encuentra preso en la Agrupación Especializada. Entre tanto, varias son las posturas de sus colegas sobre la banca que momentáneamente queda acéfala, y se debe definir si se convoca al suplente, Vicente González, de inmediato, o se aguardan las tres ausencias consecutivas, como establece el Reglamento Interno de la Cámara de Diputados.
Cuevas cumple con la resolución de prisión preventiva dictada por el juez penal de Garantías, Yoan Paul López, desde el pasado 20 de febrero; mientras tanto, su defensa intenta ponerlo en libertad para enfrentar el proceso en su contra. El parlamentario fue imputado por el Ministerio Público por enriquecimiento ilícito y declaración falsa, a raíz de la denuncia de una serie de irregularidades detectadas durante la gestión de Cuevas como gobernador del departamento de Paraguarí entre los años 2013 y 2018.
El otro diputado que se encuentra guardando reclusión es Ulises Quintana, por sus vínculos con Reinaldo Javier “Cucho” Cabaña, sindicado como líder de una estructura dedicada al narcotráfico. En un primer momento, Quintana cumplió casi un año preso, posteriormente volvió a la cárcel de Viñas Cué, el 29 de noviembre del año pasado. Inmediatamente asumió su banca la diputada también colorada, Rocío Abed, quien ya había reemplazado a Quintana en el período de su primera orden de prisión.
El 19 de diciembre del año pasado, los diputados intentaron remover a Ulises Quintana de su banca, ante la posibilidad de que este solicite nuevamente un permiso mientras dure su prisión. Sin embargo, el pleno de la Cámara Baja no logró el quórum necesario para desarrollar la sesión extraordinaria, por lo que el pedido quedó en standby durante el receso parlamentario. Con el retorno de las actividades parlamentarias podría presentarse nuevamente la propuesta.