Después de una semana de receso, a partir de las 7:30 de hoy continúa el juicio oral en la ciudad de Villa Hayes a raíz de la querella por difa­mación, calumnia e injuria entablada por el intendente de esta ciudad, Esteban Ríos Ayala, contra tres comunica­dores de la zona.

Ríos Ayala llevó al banqui­llo de los acusados a Dolores Mareco, Martín Caballero y Óscar Hellión por irregulari­dades y denuncias de corrup­ción que trascendieron en el programa radial de los tres citados.

Mareco incluso realizó denuncias ante la Fiscalía en lo Penal, ante la Con­traloría y ante la Función Pública contra el inten­dente por nepotismo, posi­ble enriquecimiento ilí­cito, evasión impositiva. Esto le costó que el jefe comunal reaccione con una querella y hoy afronte jui­cio oral y público junto con dos colegas.

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Ríos Ayala ubicó a una decena de familiares, ade­más de amigos en la muni­cipalidad a su cargo. Este hecho fue confirmado en la lista de 27 observaciones que realizó en una auditoría la Contraloría General de la República y en la cual men­ciona al hijo, a la sobrina y al yerno del jefe comunal en planilla.

Según informaciones, entre los testigos de Ríos Ayala en el juicio entablado a los comunicadores esta­rían funcionarios, fami­liares de sus empleados municipales, ex funcio­narios. En la lista figura hasta un proveedor con­tratado durante su admi­nistración.

El juicio está siendo reali­zado en la sede de la Defen­soría Pública de Villa Hayes ante los jueces Corina Sana­bria y Gregorio Paciello.

SOSPECHOSO

Una flota de camiones valuada en unos G. 1.400 millones y acumulada por el intendente luego de asu­mir el cargo lo convirtió en blanco de denuncias.

Así también, la Contralo­ría observó en su informe de auditoría que en la admi­nistración de Ríos Ayala se pagaron más de G. 500 millones en concepto de honorarios profesionales a 23 beneficiarios, financia­dos con fondos genuinos y juegos de azar, sin informes de los trabajos realizados. Aquí habrían sido benefi­ciados amigos y seguidores del intendente.

Un hecho grave consig­nado en las observaciones de la auditoría de Contralo­ría aparece la transferencia entre cuentas (intercuentas) por G. 2.765 millones desde las cuentas de Fonacide, royalties y bonos a la cuenta de recursos propios. Según el informe inicial, no se pudo constatar la devolución de los fondos a sus cuentas de origen; es decir, al momento del control estaban desapa­recidos.

De los 27 puntos observados en auditoría, el intendente solo habría argumentado 4 de ellos. La evaluación está en su etapa final.

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