El presidente de la República, Mario Abdo Benítez, fue recibido ayer en Caacupé en medio de abucheos, silbidos y gritos de “vendepatria”, “sinvergüenza” y “bandido”, entre otros epítetos. No faltaron quienes vociferaron la famosa frase “desastre ko Marito”, muy utilizada en las redes sociales. El jefe de Estado llegó en medio de una fuerte medida de seguridad y sin el acompañamiento de su esposa, Silvana Abdo.
En primera fila, frente al altar, ya estaban sus colabores más cercanos, entre los cuales estaba el ministro del Interior, Euclides Acevedo. También integró el cordón de autoridades, la fiscala general del Estado, Sandra Quiñónez, los integrantes de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), Eugenio Jiménez Rolón (presidente) y Manuel Ramírez (miembro), y la senadora colorada Lilian Samaniego.
En principio, desde la Presidencia habían informado que el mandatario no participaría de la misa central de la principal fiesta mariana, por contraposición de actividades, pero finalmente llegó hasta la Basílica, donde, como todos los años, se encontraban congregados miles de peregrinos provenientes de todos los rincones del país y del exterior.
Mario Abdo Benítez no había confirmado su presencia en la “capital espiritual de la fe”, porque tenía en su agenda participar de los actos de asunción del nuevo jefe de Estado argentino, Alberto Fernández, en Buenos Aires. Sin embargo, según trascendidos, la indecisión fue a consecuencia del temor a ser escrachado nuevamente, como ocurrió el año pasado.
El titular del Ejecutivo no realizó declaraciones a la prensa con respecto a la carta del monseñor Ricardo Valenzuela, obispo de Caacupé, quien reclamó patriotismo a la hora de las renegociaciones del Anexo C de la Itaipú Binacional, entre otros pedidos dirigidos al presidente de la República y a los componentes de los otros poderes del Estado.
INTERCAMBIO
Ya hacia el final de la celebración, uno de los feligreses logró acercarle al mandatario una camiseta con los colores de la Albirroja, en respuesta se desprendió de su saco y le obsequió al desconocido, en un inesperado gesto devolución de cortesía.
SEPA MÁS
Indulto presidencial aún no se definió
Los indultos que el Ejecutivo otorga cada año a algunos presos de las cárceles del país se darán recién durante los primeros meses del año entrante, anticipó ayer la ministra de Justicia, Cecilia Pérez.
El atraso es porque no se culminaron los análisis de los casos de los presidiarios que realmente deben ser beneficiados con el perdón presidencial, expresó la alta funcionaria en comunicación con radio Cardinal. “Los indultos se darán a conocer a principios de año por los cambios que tuvimos tanto del ministro como de los viceministros. Nosotros preferimos hacer un buen trabajo para que las personas indultadas sean las que realmente se merezcan y para eso necesitamos estudios técnicos, y esos estudios llevan su tiempo”, manifestó.