Les salió el tiro por la culata a los admiradores del duque de Caxias de la calle Yegros, cuando un entrevistado experto en derecho internacional les reveló la operación brasileña que se ha montado con miras a la renegociación del tratado de Itaipú.
El pedido de prisión preventiva ordenado por la fiscalía del Brasil contra un ex presidente de la República del Paraguay no es otra cosa que una burda operación política del vecino país, alentada por políticos oportunistas y periodistas carroñeros en busca de fama.
El nefasto precedente que deja el avasallamiento de Brasil podría perjudicar a quienes hoy celebran cómo los brasileños siguen humillando al Paraguay al considerarlo como su patio trasero.
El principio de territorialidad de las naciones se pasan por alto e invocan tratados internacionales que nada tienen que ver con el asunto supuestamente investigado a los paraguayos, por supuestos delitos cometidos en Paraguay. ¡Una locura!
Los abogados del ex presidente Cartes arrimaron los documentos y lo pusieron a disposición del Ministerio Público de Paraguay, para que en todo caso, esta instancia sea la que investigue los supuestos hechos señalados por el Brasil. Es una brillante oportunidad para que todos aquellos que alegan tener pruebas o elementos contundentes en contra del ex mandatario lo arrimen ahora o callen para siempre.
Los paquitos del “cachalote” perfumado andan vociferando a los cuatro vientos que varios políticos paraguayos optarán por hacer turismo interno luego del caso de la ex diputada Tarragó. Por lo visto se olvidaron de que don Antonio hace dos años que incentiva esta práctica.
Después de que los fiscales norteamericanos hayan mostrado su fotografía a color en plena Corte de Brooklyn, el empresario de misa diaria optó por recorrer los hermosos arroyos del Paraguay. Todavía está abierta la investigación sobre Ciffart, Traffic y el fatazo que le metieron con los derechos de los partidos de la selección.
A propósito del caso de la Tarragó, según el FBI montaron un esquema para el lavado de dinero. La Seprelad ni olió el tema, pero la prensa amiga ni se acuerda de esta institución. Claro, ahí pues está Arregli, el discípulo aventajado de la “miau florida” y del filicóptero. ¡Qué notable!