A pesar de tres décadas de la caída de la dictadura, siguen presentes en la memoria colectiva los grandes festejos en esta fecha.

Este domingo para algunos paraguayos no es una fecha más en el calendario, sino que es motivo de recordación de la famosa “fecha feliz” del natalicio de quien en vida fuera el ex presidente de la República Alfredo Stroess­ner Matiauda, nacido un 3 de noviembre de 1912. Para otros, sin embargo, es la representa­ción de un oscuro pasado de 35 años de dictadura militar, en la que se cometieron horren­das violaciones de los dere­chos humanos.

En esta edición especial refle­jamos el pasado no tan lejano, en el que cada 3 de noviembre sus seguidores celebraban el cumpleaños como si fuera el de ellos, no solo durante su gestión, sino incluso luego del golpe de Estado ocurrido el 2 y 3 de febrero de 1989. Tras su caída, ejerció la presidencia Andrés Rodríguez.

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Manuel Modesto Esquivel - Ex director de Correos del Paraguay y Juan José Benítez Rickmann - Ex secretario de Formación y Cultura.

La “fecha feliz”, como era conocido el día del cumplea­ños de Alfredo Stroessner, era una jornada especial que arrancaba desde las prime­ras horas de la madrugada en Mburuvicha Róga con salu­dos protocolares de autorida­des militares y civiles.

El festejo continuaba con una visita y recorrido de Stroess­ner por el populoso barrio Presidente Stroessner (actual barrio San Pablo de Asun­ción), donde siempre inau­guraba obras. Al mediodía, el mandatario invitaba a sus colaboradores más cercanos a un almuerzo nuevamente en la residencia presidencial y culminaba con un pomposo festejo en la noche en el Regi­miento Escolta Presidencial.

Es innegable el paso de Alfredo Stroessner (hoy hubiera cumplido 107 años) por el Gobierno de Paraguay, y a más de 30 años del golpe de Estado aún sigue siendo recordado para bien o para mal. Así lo recuerda Manuel Modesto Esquivel, ex direc­tor de Correos del Paraguay, en los últimos años de la dic­tadura.

“Nadie puede nublar el paso del general Stroessner por el poder. Ya le había dicho a Humberto Rubin hace años que a Stroessner lo recorda­rán, mal o bien, todos los días. Me parece que se está cum­pliendo, no pasa un día sin que se le recuerde”, expresó Esquivel, quien se declara orgullosamente colorado y estronista.

En tanto que el escribano Juan José Benítez Rick­mann, ex secretario de For­mación y Cultura durante la dictadura, indicó que en todos estos años se han manifestado muchas ver­dades y mentiras sobre el gobierno de Stroessner. “Si a 30 años de su caída nos segui­mos acordando de él, cuán­tos otros presidentes han pasado y nadie se acuerda de ellos como del general. De Stroessner se cuentan verda­des y mentiras”, precisó.

Indicó que a Stroessner se lo quiere y se lo odia, a la vez, jus­tificando que la represión que realizó el gobierno dictatorial fue una reacción a las nume­rosas guerrillas que se levan­taron. “¿Por qué era odiado?, porque a los que venían con metralleta no les podía recibir con un ramo de rosas”, señaló.

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