Ojito con esto: fuentes de la EBY aseguran que habría interés o ya se arrancó con el plan de formar un área de inteligencia con una buena bolsa de recursos bajo la batuta de un tal Raúl QueSilva.
Es más, ya habrían realizado reuniones con por lo menos dos fiscales para “inyectar orientaciones y recursos”. Si la info es real, estaríamos en presencia de un resurgimiento de la policía política de espionaje en las peores manos. Hay más datos.
Rara salida de los ministros del Ejecutivo sobre las observaciones de la Contraloría con respecto a las declaraciones juradas. Por primera vez el ente contralor cumple ese rol, tan reclamado por la ciudadanía, de escrutar los bienes de los altos funcionarios públicos.
El engreído ministro Petta, quien calladito se guardó 7 inmuebles en Hohenau que sí figuran en Catastro a su nombre, pero se “olvidó” nomás de incluir en su declaración, salió a tirotear contra los 45 senadores y 80 diputados. La vieja estrategia de acusar a otros de las falencias de uno.
La senadora Esperanza deslizó en sus redes que el ministro de Educación “omitió” revelar todos sus bienes para no pagar prestaciones alimentarias a sus hijos. La legisladora le pidió su renuncia al cargo. Petta la amenazó con una querella por daños y perjuicios a su honor. ¿En qué mintió la senadora si están los documentos?
Si alguien tenía alguna duda de que los dueños del partido familiar PDP, la Miau Florida y Filicóptero son más oficialistas que el propio Mario Abdo, ahora con la defensa que hicieron a los ministros quedó más que aclarado el tema.
Rafi dijo que ponía la mano en el fuego por Petta. Claro, ubicó a varios de sus leales en el MEC, entre ellos al “4 de copas” Casañas. Desirée salió con un disparate más grande que el fato que hizo su marido con la compra de los helicópteros: “Que se investigue a HC y sus ministros”. ¡Qué notable!
La otra que sorprendió fue la ministra de la Mujer, Nilda Romero. De manera categórica afirmó que en 30 años nunca tuvo aumento de su patrimonio. Tamaña sorpresa fue cuando se demostró que en 4 años su patrimonio aumentó de G. 1.800 millones a G. 8 mil millones. Su respuesta fue que solo vive de su salario de funcionaria pública. Dijo que actualmente gana G. 22 millones en el cargo, pero con los descuentos “apenas” le quedan G. 19 millones. ¡Y bueno!