El defensor del Pueblo, Miguel Godoy, ase­guró que el pedido de juicio político presentado en su contra por el defensor adjunto, Carlos Vera Borba­berry, que tuvo el acompa­ñamiento de la senadora de Patria Querida (PPQ) Geor­gia Arrúa, es una persecu­ción de parte de ese sector político, por desacuerdos en torno a la implementación de la objeción de conciencia y para designar en el cargo al analista político Mario Paz Castaing.

“A mí me consta que no hay ningún tipo de seriedad en la persecución de Patria Que­rida, que se da ya desde hace tres años, cuando hemos tenido varios encontronazos por el tema de la objeción de conciencia”, indicó a radio Ñandutí. Agregó que es la quinta vez que el PPQ intenta lo mismo con el argumento de que culminó su mandato, al que ahora agrega el tema del juicio político para des­tituirlo.

Dijo que la legisladora min­tió al mencionar que varios otros parlamentarios habían firmado el pedido para que se elija a otro defensor del Pue­blo porque los senadores Patrick Kemper (PH), Tony Apuril (PH) y Enrique Riera (ANR) retiraron su apoyo cuando se dieron cuenta de que el mandato dura cinco años.

“Ahora se presenta mintiendo descaradamente esta señora porque habla de que habían pedido el año pasado (los senadores)... Y lo peor es que sigue mintiendo la señora, cuando habla de la denun­ciante, la señora Cinthia Ramírez, que es una persona que ahora está sumariada por presentar reposos médicos, debido a que la firma de los doctores o supuestos docto­res finalmente no resultó ser así”, indicó al referirse a una denuncia sobre presunto mal­trato que le atribuyen.

Expresó también que va a querellar a la senadora Arrúa y que le va a sacar el departa­mento que tiene en el coun­try. “Voy a vender ese depar­tamento y la mitad le voy a dar a los niños pobres”, afirmó.

Con respecto a Vera Borda­berry, comentó que las dife­rencias surgieron porque se había negado a dar cargos a sus parientes. Sin embargo, aclaró que están en conver­saciones para llegar a un acuerdo, considerando que primero tiene que estar la ins­titución y la gente y luego las diferencias personales.