- Por Rossana Escobar M., rossana.escobar@gruponacion.com.py
La presidenta de Petropar, Patricia Samudio, adjudicó un contrato de US$ 9,6 millones por vía de la excepción para compra de gasolina RON 91 (Nafta) a la empresa con sede en Buenos Aires, Sol Petróleo SA.
Según los informes del proceso licitatorio, la modalidad representaba para la petrolera estatal una compra de oportunidad conocida también como “compra spot” por la ventaja que se puede tener en el precio. Sin embargo, la nafta le salió más cara a Petropar comparando con las ofertas que recibió en una licitación pública internacional por subasta a la baja electrónica en proceso de adjudicación.
Cabe señalar que las bases para una compra spot se sustentan en realizar compras rápidas vía excepción en casos de urgencia de suministro o ventaja de precios.
El argumento para la compra vía excepción (según el informe de evaluación) se inicia con una nota de la Gerencia de Comercio Exterior ante “la posibilidad de obtener Gasolina RON 91 a un mejor precio”. En teoría había una oferta a “precio competitivo”, pero la adquisición del mismo producto resultó US$ 13 el m3 más caro que en la subasta realizada casi en paralelo y con relación a los precios internacionales referenciales de la primera quincena de octubre que con el estimativo del adicional para el proveedor ronda los US$ 470,55 m3.
La compra “spot” a Sol Petróleo de 20.000 m3 se adjudicó el 3 de octubre pasado a US$ 484 el m3, en la semana (9 de octubre) 30.000 m3 del mismo producto se estaban ofertando vía licitación por subasta a US$ 472 m3. De ahí la diferencia de que el carburante sale entre US$ 12 a US$ 13 m3 más caro y multiplicado por los 20.000 m3 generan un sobrecosto de US$ 269 mil para Petropar.
Con esto queda claro que Samudio apuró una adjudicación de casi US$ 10 millones disfrazada de una compra de oportunidad y aprovechando la vía de la excepción. Sin embargo, los precios echan por tierra lo argumentado en el proceso licitatorio.
Cabe recordar además que la modalidad de compra de urgencia que aplicó tampoco se justifica considerando que después de 15 días de firmarse el contrato y a más de un mes del proceso licitatorio, el producto todavía no llegó a los tanques de Petropar. Recién en noviembre se prevé el ingreso de la nafta adquirida de emergencia.
Otro punto es que en la mencionada contratación por compra “spot” había otra oferta más baja de US$ 430 m3 de la firma Berkol Internacional LLC, pero quedó fuera al no cumplir con documentos como carta de oferta firmada por representante legal, copia autenticada de escritura, según figura en la planilla del informe de evaluación del proceso.
Además, en el mismo informe de evaluación figura que el estimativo de precio manejado por Petropar en ese momento era de US$ 422,80 m3, pero se terminó comprando a US$ 484 m3 del proveedor Sol Petróleo SA.
BICICLETEADA
“Reforzar el stock” es la frase en la que se viene escudando la administración Samudio para justificar el uso indiscriminado del dinero estatal y la “bicicleteada” de los recursos.
Cuando se conoció la desaparición de los US$ 52 millones de las cuentas bancarias de Petropar y los US$ 9 millones de merma en el patrimonio neto, Samudio también salió con el argumento de que los millones faltantes en caja están “en los tanques y en esta administración estamos abocados a comprar productos cuando están a buen precio”.
Así también, a través de su Unidad Operativa de Contrataciones se dictaminó que con la referida compra “spot” de la nafta (que terminó siendo más cara) “Petropar podrá acceder a un volumen adicional que le permitirá reforzar su stock”. La política de la administración va contra toda estrategia de economía considerando la caída de los precios del petróleo que se viene registrando debido a diversos factores internacionales.