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Esta empresa, que entre sus antecedentes tiene denuncias por incumplimientos y supuestas sobrefacturaciones, firmó contrato con el Ministerio de Justicia en el marco de una licitación de más de G. 44.000 millones para la adquisición de alimentos para las personas privadas de libertad.
Granos y Aceites es una de las cuatro firmas adjudicadas en la licitación y el pasado 1 de octubre suscribió contrato por un máximo de G. 19.613 millones. Las otras son: Frigorífico Guaraní (G. 6.964 millones), Manuel Luis Román Solís (G. 17.278 millones) y Unpar SA (G. 417 millones).
La empresa no goza de buena reputación, pues sus antecedentes no la ayudan mucho. Entre el 2013 y el 2015 era investigada por la Fiscalía por una presunta estafa contra la entonces Secretaría de la Niñez y la Adolescencia (SNNA).
De acuerdo a los antecedentes, la firma fue adjudicada para proveer de insumos a la SNNA para la polémica campaña “Un vaso de leche”, pero el proyecto finalmente no pudo llevarse a cabo porque varios productos no fueron entregados. También informes de la Contraloría advertían de una sobrefacturación de G. 3.642 millones sobre el contrato, que ascendió a G. 25.628 millones.
CUESTIONAMIENTOS
Otros proveedores que se presentaron al llamado de la cartera de Justicia y quedaron fuera denunciaron hechos llamativos en el proceso de la licitación. Por ejemplo, que el concurso de precios se habilitó el 9 de agosto, sin embargo, la firma Granos y Aceites ya contaba con el certificado de nacionalización del Ministerio de Industria y Comercio. Sospechan que la empresa fue avisada con antelación de la licitación para adelantarse y pedir el documento.
Desde el Ministerio de Justicia señalaron que la citada empresa no está inhabilitada y ni siquiera llegó a ser amonestada por Contrataciones. Sostienen que se trata de una “guerra de proveedores”.