Luego de las duras críticas de parte de casi todos los sectores de la sociedad y manifestaciones de familiares de oficiales retirados y jubilados de la Policía Nacional en contra la militarización de la seguridad en el país, la idea del Poder Ejecutivo de involucrar a las Fuerzas Armadas en esa tarea va perdiendo fuerza.
El ministro de Defensa, Bernardino Soto Estigarribia, en conversación con radio Universo 970AM, manifestó ayer que la participación de las fuerzas castrenses se reducirá únicamente al combate del crimen organizado. “No será para luchar contra los motochorros, peajeros, criminales comunes, sino que contra aquellos criminales que usan explosivos y que normalmente sobrepasan la capacidad de la Policía. No van a estar militares en la calle, ese es el temor de la gente. Lejos estamos de revivir esa doctrina nacional donde los militares estaban en la calle”, aseguró el secretario de Estado.
El presidente de la República Mario Abdo Benítez había anunciado la salida de los militares a las calles el 2 de setiembre pasado, durante un programa televisivo, y casi 10 días después afirmaba que presentaría dentro de un plazo de una semana un proyecto de enmienda constitucional para avanzar sobre esa propuesta. Fue a días de la liberación del líder narco Jorge Teófilo Samudio, alias Samura, en plena Costanera de Asunción, que dejó como saldo la muerte del comisario Félix Ferrari, por parte del grupo criminal Comando Vermelho.
“No podemos esperar más. Tenemos una capacidad ociosa y eso tenemos que utilizar en favor de fortalecer nuestra política de seguridad”, había manifestado el mandatario. La iniciativa permitiría que los efectivos militares tengan “una nueva misión”, para la cual se les proveerá de una cobertura constitucional, sostuvo.
Según lo expresado por Soto Estigarribia la víspera, los componentes de las Fuerzas Armadas no suplirán la función de los efectivos policiales, sino que estarán expectantes para apoyar el trabajo de estos últimos. Expresó que actualmente la región es considerada una zona de paz, pero que existe una amenaza que pone en riesgo la seguridad nacional de los países por parte del crimen organizado transnacional, como el Primer Comando Capital y el Comando Vermelho.
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Capacidad “ociosa” de las FFAA
El titular del Poder Ejecutivo, Mario Abdo Benítez, anunció el 2 de setiembre pasado que estaba analizando la participación de las Fuerzas Armadas en el combate del crimen organizado, para lo cual era necesaria una enmienda constitucional.
“Los militares no tienen una cobertura constitucional. Hoy nuestras amenazas no son nuestros vecinos, sino el crimen organizado”, había asegurado. De acuerdo a lo manifestado por el jefe de Estado, las FFAA están ociosas, mientras que la Policía está rebasada y que esa situación no puede ser aprovechada por la falta de una cobertura constitucional.
Al respecto, el ministro de Defensa, Bernardino Soto Estigarribia, expresó que el mandatario se refería a “una capacidad no utilizada (del sector militar) cuando lo requiere el Estado por la falta de un amparo constitucional”.