Los padres de la Escuela República del Uruguay, de Pilar, se manifestaron a tra­vés de un comunicado, en el que exigen una inmediata solución y una investigación profunda sobre el caso de abuso que sufrieron sus hijos en manos de dos docentes del jardín de infantes.

Las maestras Laura Marcela Coronel y Adriana Noemí Ferreira fueron denuncia­das porque utilizaban cinta de embalaje en contra de los alumnos del preinicial de la institución para hacerlos callar o sujetarlos a la silla. Luego de darse a conocer el hecho, los padres comunicaron inme­diatamente a la dirección de la escuela. Ambas docentes fue­ron separadas del cargo, ade­más de ser reasignadas en otras instituciones educativas.

De esta forma, exigieron una inmediata solución y la pro­funda investigación de los graves hechos que se dieron a conocer. Además, destacaron que se activó el protocolo esta­blecido por el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC).

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Por último, buscan “el esclare­cimiento de los hechos y que la acción sirva como precedente para que no se repita en situa­ciones sucesivas”. El protocolo se llevó a cabo con el acompaña­miento de los padres, poniendo a conocimiento además de todas las instancias legales y administrativas.

Las educadoras fueron denunciadas el martes por supuestos hechos de abuso contra niños de 4 y 5 años del jardín ante el director de la institución. Una de ellas fue trasladada a la institución apenas hace un mes y medio, según dieron a conocer.

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Docentes fueron separadas del cargo

El director departamental del Ministerio de Educación, José Veloso, en contacto con la 650 AM informó que las dos docentes fueron apartadas de sus cargos, esto luego de que los padres hayan denun­ciado que ataban con cinta de embalaje a los niños del jardín en una institución educativa de Pilar, departamento de Ñeembucú.

“Hemos apartado a las docentes y derivado al MEC para que tome intervención a este tema”, explicó el director. Esto luego de que uno de los niños afectados le haya manifestado a su madre que no que­ría ir a la escuela, situación que coincidía con otros niños. Así, los niños lograron confesar que una de las maestras los ataba a la silla con la cinta, o les colocaba en la boca para guardar silencio.

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