La Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP) expresó su respaldo al pueblo paraguayo que está reclamando justicia y verdad al Gobierno Nacional, con relación a la firma del acta bilateral entre Paraguay y Brasil, que ocasionó la reacción de la ciudadanía como una causa nacional.
El padre Alberto Luna, quien presidió ayer la misa central en la Basílica de Caacupé, durante su homilía no desaprovechó la oportunidad para hablar sobre el acta bilateral firmada en mayo pasado con el Brasil y lo que significará la renegociación del Tratado de Itaipú en el 2023. También en la ocasión fue presentada la página web www.misaguarani.com, una plataforma que ofrecerá insumos litúrgicos en el dulce idioma guaraní.
El sacerdote jesuita manifestó que el país está manifestándose en busca de la verdad de lo que realmente sucedió el 24 de mayo pasado y que las principales autoridades hasta el momento no supieron explicar.
El religioso resaltó que “la Conferencia Episcopal aplaude el gesto patriótico del pueblo, que implica estar informado e interesado por el bien común, garantía de salvaguarda de la soberanía nacional”, expresó.
El sacerdote señaló además en idioma guaraní que la crisis actual sacudió a la población paraguaya e hizo una comparación como si fuera que llegó el profeta Jeremías para sacudirnos y despertarnos para ver la realidad de nuestro pueblo y la actuación de nuestras autoridades. “Ha’etéku he’íva la pueblo ou haguepe profeta Jeremíasicha ñanembokuchu, ha ombokacha avei upejave mburuvichakuérape, japáy hagua ha jahecha porãve mba’etépa oiko kuri, máva ha mba’érepa ojapo la ojapóva”, refirió.
El religioso calificó como un tema delicado la cuestión de la hidroeléctrica y añadió que afectará al país sobremanera a corto, mediano y largo plazo, alcanzando incluso a las generaciones futuras si no se le da el tratamiento adecuado. “Kóva niko peteî ‘política de Estado’ va’erã, ndaha’éivoi ikatúva peteî tapicha año ombohape, ndaha’éi avei peteî ñeha’ã partido mba’éva”, consideró.
Luna resaltó que los obispos apelan a la conformación de un equipo que pise fuerte, dentro de un trabajo interdisciplinario (jurídico, técnico, económico y político) de alto nivel, con personas competentes, con fuertes convicciones éticas y patrióticas, que puedan garantizar condiciones justas y transparentes para los intereses del Paraguay, sentenció.
Finalmente, subrayó que si no se respeta el derecho paraguayo, también existen tribunales internacionales donde acudir.