Analistas coinciden en que el discurso del Ejecutivo sobre transparencia se vio afectado con la promulgación de la Ley de Declaraciones Juradas de funcionarios públicos. Tanto el abogado Ezequiel Santagada, del Instituto de Derecho y Economía Ambiental (IDEA), como José María “Pepe” Costa, docente de la Universidad Nacional de Asunción (UNA), propulsor de la Ley de Acceso a la Información Pública, consideran que la promulgación de esta legislación es un retroceso para el proceso de transparencia.
La nueva reglamentación establece que solo se puede acceder a las mismas a través de una orden judicial. “Es un retroceso, porque cada vez que se quiere acceder a una declaración jurada, se tendrá que iniciar una acción judicial, lo cual es un retroceso y va de contramano a las tendencias de los países de la región”, sostuvo Ezequiel Santagada.
Recordó que según la interpretación de dos salas del Tribunal de Apelaciones en lo penal, la ley que reglamenta la presentación de las declaraciones juradas se complementa con la Ley de Acceso a la Información Pública, y en el marco de estas leyes son públicas las mismas.
Además, resaltó que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) recomienda utilizar el sistema de publicidad de las DDJJ de las autoridades, teniendo en cuenta que el nivel de responsabilidad de un presidente, legislador, ministro o integrante de la Corte Suprema de Justicia no es la misma.
POSTURA DE COSTA
El profesor “Pepe” Costa considera que se incorpora una traba al acceso a declaraciones juradas. “Creo que se da un retroceso en materia de transparencia y acceso de informaciones públicas”, indicó en comunicación con La Nación.
Con esto se demuestra que aún existe un grupo que busca mantenerse en el “secretismo” y que estaría avalado por el Poder Ejecutivo, que no se vio obligado a vetar la ley. “Es un mecanismo que da abrigo a la corrupción y es el triunfo del secretismo”, sostuvo.
Resaltó el hecho de que la promulgación se dio en un contexto en el que el Ejecutivo está debilitado y era su oportunidad de demostrar que el compromiso con la transparencia no era solo para “enjuagar” su discurso. “La ambición del secretismo involucra al Ejecutivo, que tuvo un discurso a favor de la transparencia, pero es solo un discurso porque no se animó a dar un veto”, indicó.
BAJO 7 LLAVES
Igualmente, el profesor “Pepe” Costa considera además que esta situación “nos deja fuera de la tónica del acceso a la información pública. Mientras hay países que facilitan el acceso a las declaraciones juradas de autoridades, acá se esconde todo bajo siete candados y llaves como un intento de cubrir hechos de corrupción”.
Resaltó el hecho de que la promulgación se dio en un contexto en el que el Ejecutivo está debilitado y era su oportunidad de demostrar que el compromiso con la transparencia no era solo para “enjuagar” su discurso.
Para lograr revertir el error, espera que dentro del Parlamento pueda darse la posibilidad de plantear una propuesta legislativa que deje sin efecto dicha decisión que ya fue promulgada.