El vicecanciller Anto­nio Rivas Palacios fue designado ayer por el jefe de Estado Mario Abdo Benítez como ministro de Relaciones Exteriores tras la renuncia de Luis Alberto Cas­tiglioni, el pasado lunes. El fun­cionario prestará juramento hoy, a partir de las 8:30, en la sede del Palacio de Gobierno. La primera directiva que reci­bió del mandatario es la de solicitar a Brasil “inmediata­mente” la anulación del acta bilateral de Itaipú.

Su designación se da en medio de una fuerte presión ciuda­dana así como de una crispa­ción política que apuntaba a un posible juicio político a Abdo

Benítez tras la firma del acuerdo bilateral de Itaipú, el cual según dijeron los exper­tos atenta contra los intereses del Paraguay. Rivas Palacios asumió el cargo de vicecanci­ller el pasado mes de febrero, en reemplazo de Hugo Saguier Caballero, quien se desempeñó en el cargo de embajador para­guayo ante Brasil y fue apar­tado también por el mismo con­flicto que salpicó a Castiglioni.

Un grupo de ciudadanos presentó ayer una denun­cia contra el ex ministro de Relaciones Exteriores Luis Castiglioni, el ex direc­tor de Itaipú José Alberto Alderete, el ex embajador paraguayo en Brasil Hugo Saguier Caballero y el ex presidente de la Administra­ción Nacional de Electrici­dad (Ande) Alcides Jiménez por alta traición a la patria y lesión de confianza.

“La denuncia presentamos un grupo de ciudadanos que no pertenecemos a nin­gún partido político o movi­miento. Todos están anali­zando la parte política y la parte técnica, pero se plan­tearon hechos que configu­ran como hechos punibles”, explicó Tadeo Ávalos, uno de los denunciantes. La denun­cia fue presentada ante el Ministerio Público e indica­ron que la Fiscalía General tiene la obligación de inves­tigar los hechos que afectan al Estado.

El ministro de Hacienda, Benigno López, descartó ayer que su nombre figure entre los candidatos para ocupar la titularidad de Itaipú Binacional. Comentó que prefiere ser “fusilado” por la ciu­dadanía en la cartera que actualmente se encuentra ocupando, antes de aspirar a otro cargo.

“No existe ninguna posibilidad que yo me vaya a Itaipú, no tengo ningún interés en irme. Me da pena la gente que va a negociar Itaipú mañana, van a ser fusilados en la plaza pública, me voy a quedar nomás en Hacienda para que me fusilen ahí”, indicó tras reunirse con el mandatario.

López, buscó apaciguar el “estrés político”, que persiste en el Ejecutivo tras la firma del acta secreta de Itaipú, diciendo que es momento de mirar “hacia adelante”. “Yo creo que hablando se entiende la gente, tenemos que aprender a hablar más, si se hubiese hablado mejor y más no se hubiese llegado a este estrés político. Hay que mirar hacia adelante con optimismo. Las deci­siones que tomará el Presidente, serán decisiones que llenarán las expectativa, no de todos, pero sí de muchos”, comentó.