Por Óscar Tuma, abogado
En nuestro Congreso Nacional, como el personaje Harvey Dent en la película “The Dark Knight”, algunos diputados y senadores de la Nación pasaron del día a la noche de ser “héroes” a “villanos”. Un ejemplo es el senador Paraguayo Cubas (Payo) cuya conducta fue aplaudida por el 90% de los comunicadores de prensa y de algunos ciudadanos que acompañaron su accionar cuando injuriaba o tiraba agua a algunos personajes de nuestra política.
Pero hoy, esos comunicadores que aplaudían el accionar del “héroe” están callados o censuran su proceder, tal vez, porque sus jefes fueron calumniados y difamados por el “héroe” o porque seguramente valuaron seriamente su actuar delictual, lo cual le convirtió automáticamente en “villano”.
El senador Cubas con su accionar pretende hacer creer que desconoce el alcance que tiene el privilegio que le otorga su cargo público en el Gobierno. Sabiendo muy bien que ese privilegio tiene como uno de sus objetivos evitar que sea acusado sin ninguna base o fundamento legal, lo cual no le excluye de sus responsabilidades sobre el delito puesto de manifiesto y comprobado. El fuero parlamentario que tiene el senador Cubas le otorga una cierta inmunidad mientras ejerce su función para evitar que se lo acuse de un delito inexistente y así ser procesado, encarcelado y apartado de la vida pública, pero no para evitar causas judiciales en su contra por actitudes que no correspondan.
Por eso no comparto con el senador Cubas cuando calumnia y difama porque no creo que la violencia sea la solución para nuestros males, porque por el principio constitucional de igualdad si él tiene derecho a actuar de esa manera también todos tenemos el mismo derecho y él lo sabe.
Un ejemplo que vale. Creo que muchos actores políticos que están en cargos públicos son corruptos y tendrían que estar presos, pero eso no me da derecho a agredirlos y apoderarme de sus bienes arengando que son mal habidos, aunque todos lo sepan, ganas no me faltan, pero no es lo correcto.
Lo correcto es instar a la Justicia que haga su trabajo, aunque en algunos casos esta no solo es ciega, sino también sorda y muda.
En este momento todos tenemos que poner el hombro para llevar adelante nuestro país, es deplorable lo que está ocurriendo en el Congreso Nacional y una lástima que el senador Cubas no haya aprovechado cuando era el “héroe” para impulsar grandes cambios desde el Congreso, como fue el desbloqueo de listas, proyecto que muchos presentamos y defendimos en su oportunidad, pero no se puede negar que fue él quien puso nuevamente sobre el tapete la discusión, con lo cual se logró que se discuta y que se apruebe; o seguir señalando a los corruptos y exigiendo al Ministerio Público que haga su trabajo.
Pero hoy, cuando está considerado como “villano”, todo lo que se propone va a ser aplaudido solo por los anarquistas y sus “amigos interesados”, y en esas condiciones creo que su presencia en el Senado es más perjudicial que beneficiosa.
Me pregunto ¿qué van a pensar aquellos a quienes les invitamos a invertir en nuestro país después de los bochornosos espectáculos que ocurren en el Senado de Nación, cuyo protagonista principal siempre es el senador Cubas? Después de que este insta volver a la dictadura y al fusilamiento invocando el Artículo 138 de la Constitución Nacional, cuando es sabido que ningún ciudadano y mucho menos un senador de la Nación puede seriamente hacerlo, primero porque la dictadura está fuera de la ley (CN Art. 3) y la pena de muerte prohibida, y después porque con ese mismo criterio alguien no puede pedir el fusilamiento del senador Cubas por atentar contra la dignidad humana, la libertad, la igualdad y la justicia.
Lo que ocurre en el Senado es un mal que debe sanar pronto porque si los que gobiernan no premian a los “héroes” y castigan a los “villanos”, nuestra República puede tener corta vida.