Para el presidente de la Comisión Hidroeléctrica del Parlasur y experto en energía, ingeniero Ricardo Canese, el acuerdo al que llegaron los mandatarios y que fue firmado por los cancilleres de ambas naciones representa una gravísima lesión a los intereses y la soberanía de Paraguay porque la energía del embalse es binacional.
“Claramente el 50% es paraguayo”, afirmó. Aclaró que el documento tiene que pasar por los congresos de los dos países, por lo que no se lo puede considerar aún como vigente. Agregó que Bolsonaro, con oscuras frases, intenta apropiarse de la mayor parte de la energía no garantizada asociada a la potencia contratada. “Los perjuicios, como se vieron, pueden ser de miles de millones de dólares. ¿A título de qué Abdo Benítez firmó esta barbaridad? Además, tales monumentales modificaciones del Tratado de Itaipú deberían ser rechazadas por el Congreso categóricamente”, señaló.
También comentó que al limitarse la variación de la potencia media contratada por la Ande, el país queda limitado a tal contratación con una variación mínima (en torno a 100 MW), mientras que el margen acordado, ya en 1986, era de 350 MW. “¿Qué pasa si el Paraguay necesita 250 MW medios (2.190 GWh, o bien 2,19 millones de MWh) más del límite porque experimenta un fuerte crecimiento económico en el 2021, o bien en el 2022? La falta de energía eléctrica se calcula a razón de más de 1.000 US$/MWh en el Brasil (y es un cálculo por lo bajo), por lo que el perjuicio podría ser fácilmente de 2,19 MWh x 1.000 US$, que es igual a US$ 2.190 millones”, precisó.