El 21 de marzo pasado, el jefe de la comuna firmaba el contrato para la ejecución de las obras con RCR Construcciones, una “empresa del rubro de la construcción” que en realidad solo existe en papeles. Como propietaria aparece Reinalda Cervian Recalde, una señora de 80 años, domiciliada en la ciudad de Fernando de la Mora.
Las obras en el barrio Pañete, que están en etapa de terminación, incluyen el empedrado de cuatro cuadras, sistema de desagüe pluvial y cordones cunetas, precisó Óscar Darío Roussillón, jefe del Departamento de Obras del municipio.
Ahora bien, la señora Reinalda Cervian nada sabe de estas y otras obras que “su empresa” realizó y no solo para la Municipalidad de Villa Hayes. Aparecen en el portal de Contrataciones Públicas adjudicaciones de la Municipalidad de Fernando de la Mora y del municipio de Primero de Marzo.
En el contrato con el municipio chaqueño, la empresa fijó domicilio sobre la calle Cerro Corá casi 16 de Julio de Fernando de la Mora e hizo constar una numeración de casa inexistente en la zona. A pesar de ello, un equipo periodístico de La Nación pudo dar con la misteriosa empresa.
La empresa RCR, que figura a nombre de Reinalda, cuya supuesta firma está estampada en el millonario contrato con la Municipalidad de Villa Hayes, en realidad es manejada por su marido Federico López.
RCR funciona en la residencia del matrimonio sobre la calle Cerro Corá casi Zavala Cué de la ciudad de Fernando de la Mora, Zona Sur. La vivienda no tiene un solo cartel que indique que en el lugar funciona la constructora.
El equipo periodístico fue recibido por la señora Reinalda, quien reconoció no tener conocimiento de las cuestiones que tienen que ver con la “constructora”. Sin embargo, en los papeles ella asumió cl compromiso con la municipalidad. Su marido, Federico López, afirmó que si bien la “empresa” está a nombre de su mujer, él es quien la administra.
La firma no cuenta con maquinarias para el tipo de trabajo que le fue encomendado por la comuna de Villa Hayes y tampoco tiene empleados, según confirmó el propio López. “Maquinarias yo no tengo, maquinarias pesadas alquilamos, pero implementos manuales para trabajos de albañilería tengo todo”, contó.
Sobre cómo realizaron las citadas obras en Villa Hayes, sin tener maquinarias ni obreros, dijo que las maquinarias fueron alquiladas y los trabajadores contratados.
Ni la contratista ni los funcionarios de la municipalidad explicaron a quién se le subcontrató para la obra, que en papeles se atribuye a la firma de la octogenaria.
Utilizaron el sistema de Contrataciones Públicas para delegar la obra a un constructor fantasma, mientras que la contratista que figura en los papeles ni siquiera sabe dónde está la obra que se le atribuye en documentos públicos.
EL CONSTRUCTOR
Así se llama el depósito de materiales en la ciudad de Villa Hayes que proveyó a RCR Construcciones de Reinalda Cervian. Este depósito figura a nombre de Blanca Rivas, pareja de Julio César Locatti, nada más y nada menos que tesorero del municipio. El mismo Federico López lo confirmó.
DEFIENDE A SU JEFE
El director de Recursos Humanos de la Municipalidad de Villa Hayes, Reinaldo Aveiro, lejos de dar explicaciones sobre cómo una decena de parientes del intendente pudo acceder a cargos en la comuna, justificó esta situación haciendo un recuento de obras encaradas por el ejecutivo municipal en su cuenta de la red social Facebook. Así como se inspiró para ello, debería inspirarse para aclarar a la ciudadanía cómo ingresaron los parientes del intendente al municipio y la función que cumple cada uno.
El pasado viernes, La Nación se trasladó hasta la comuna de Villa Hayes a fin de tener declaraciones del intendente, pero este no se encontraba. Entonces, Aveiro se comprometió a gestionar la respuesta, pero luego se excusó alegando que se encontraba en sus “actividades académicas”.
El intendente de Villa Hayes convirtió el municipio prácticamente en una empresa familiar, haciendo caso omiso a la Ley Nº 5.295 “Que prohíbe el nepotismo en la función pública” para los ordenadores de gastos.
Ríos Ayala se llamó a silencio tras la publicación de este diario sobre la decena de parientes suyos que ubicó en la municipalidad que administra.