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Privilegiados acomodamientos de clanes familiares siguen apareciendo en el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC), específicamente en la Dirección General de Personal, a cargo de Jorge Martínez.
En esta misma dirección general, con dependencia inmediata del despacho del ministro Eduardo Petta, se concretaron casos de meteóricos ascensos de funcionarios cuyos hermanos se encuentran muy bien ubicados en la cartera educativa.
Específicamente, dos bachilleres pasaron a ocupar puestos de jefatura e inmediatamente quintuplicaron los modestos salarios que venían percibiendo, según publicó La Nación semanas atrás.
Sin embargo, son más los clanes familiares que se encuentran en la misma dirección y que consiguen diferentes ascensos para sus miembros, con el aval de las autoridades de turno.
CLAN VALIENTE
En la Dirección General de Gestión y Desarrollo de Personal se pueden observar a familiares muy bien posicionados como, por ejemplo, los miembros del clan Valiente.
Ramón Valiente, director de Registro de Datos, es un afortunado padre que tiene a sus dos hijos reubicados en esta misma dependencia desde hace unos 8 meses, según el portal web de la cartera educativa.
Marco Antonio Valiente Silguero y Christian Daniel Valiente Silguero, quienes hasta el año pasado se mantenían en la institución con rubros de docentes, pero que tras la asunción del nuevo gobierno fueron beneficiados con una fusión de rubros, tornándose “administrativos” y abandonando las respectivas escuelas en las que “prestaban servicios” para acompañar al padre en la oficina. Es decir, convierten profesores en oficinistas.
En cuanto a sus remuneraciones, tanto padre como ambos hijos cuestan al MEC en conjunto la suma mensual de G. 12.657.460, teniendo en cuenta que los hijos tuvieron también un leve empujón salarial gracias a un plus de G. 500 mil.
LOS DELGADO Y EL TÍO JUAN
En la dirección en cuestión también observamos a miembros del clan Delgado: Crispín Delgado Benítez, director de Monitoreo de Movimiento de Personal, y su hermano Christian Delgado Benítez, quien ocupa una jefatura en la misma dependencia. Ambos se encargan de la gestión y “monitoreo” de los rubros de la entidad.
En esta dependencia se cargan y se procesan las carpetas para los respectivos nombramientos de funcionarios y, llamativamente, recientemente fue ubicado el tío de los hermanos, Juan Manuel Valenzuela. Entre Crispín, Christian y el tío Juan, en conjunto, se alzan mensualmente con la suma de G. 36.285.606.
CLAN ALMADA
Los hermanos Almada Ortigoza son otros influyentes funcionarios que se encuentran en la Dirección General de Gestión y Desarrollo de Personal: José Luis Almada Ortigoza y Adalberto Almada Ortigoza. Este último protagonizó en los últimos meses un meteórico ascenso.
Adalberto Almada, funcionario administrativo del MEC, percibía G. 2.300.000 hasta octubre del 2018 y a la fecha sus ingresos llegan a G. 10.053.000 en total, según datos abiertos de la Secretaría de la Función Pública (SFP).
El 1 de abril del 2019 se publicó la Resolución Nº 5.217 del ministro Eduardo Petta “Por la cual se designa al señor Adalberto Almada Ortigoza como jefe de departamento interino del Departamento de Movilidad Laboral del Personal de Instituciones Educativas, dependiente de la Dirección de Control del Personal de la Dirección General de Gestión y Desarrollo del Personal”.
Toda la evolución del funcionario, en lo jerárquico y salarial, se dio sin un análisis de su situación académica. Adalberto no posee alguna preparación terciaria que avale mínimamente la fugaz promoción.
CLAN VÁZQUEZ
Otro caso que saltó al tapete es el de Zonia Beatriz Vázquez Alcaraz (también bachiller), quien percibía hasta octubre del 2018 la suma de G. 2.200.000, así como indica la nómina de funcionarios vigente en la web del MEC. La funcionaria es hermana de Lourdes Elizabeth Vázquez Alcaraz, jefa del Departamento de Anteproyectos de Resoluciones en la misma dependencia.
En la actual administración del MEC, Zonia Beatriz fue designada recientemente como encargada de la jefatura del Departamento de Atención y Expedición.
Al mes siguiente, en noviembre, su salario se duplicó y empezó a ganar G. 4.400.000, a lo que se suma la remuneración extraordinaria de G. 887.680 y adicional de G. 274.845, además de bonificaciones y gratificaciones en concepto de G. 2.190.000, que en conjunto asciende a G. 7.752.525 mensual. No obstante, según datos de la SFP, para abril del 2019 Zonia pasó a percibir G. 11.752.970.
Desde la redacción no pudimos obtener una versión del Ministerio de Educación, ya que una vez más los referentes de la entidad no atendieron las llamadas telefónicas realizadas.