Ulises sigue con su perorata de que es un perseguido político. Este debe ser el primer político afín al poder de turno que expone semejante argumento. Perseguido en todo caso sería un opositor al poder, pero un aliado, imposible. ¡Andáaa!
Varios diputados confesaron que se les pasó la posibilidad de haber recurrido la resolución de la cámara que otorgó el permiso a Ulises. Tuvieron un plazo de seis meses para hacerlo, pero nunca se imaginaron que una jueza levantaría la prisión preventiva a un imputado por narcotráfico.
La Constitución Nacional es bastante clara y solo otorga dos opciones para el pedido de permiso de un legislador: para ir como ministro del Ejecutivo o para una misión diplomática. En ningún lado plantea el pedido de permiso para una estadía temporal en Viñas Cué.
Hay que recordar nomás que a Ibáñez’i, por un caso mucho menor, lo rajaron de la cámara y lo mismo ocurrió con otros senadores. Menos mal algunos reaccionaron y para el próximo miércoles se anuncia que pedirán la pérdida de investidura. ¡Veremos!
El bueno de Wiens parece que tiene un enemigo dentro de su institución que está conspirando tenazmente para dejarlo mal parado. Y ese enemigo es nada más y nada menos que la persona que se encarga de las redes sociales del ministerio. El lunes postearon la “rehabilitación” de la avenida Colón con una fotografía en la que se observa el tramo en un estado deplorable.
Las críticas estallaron y se vieron obligados a hacer una aclaración que en realidad no era una “rehabilitación”, sino el anuncio de que se liberó el tránsito, por lo que el trabajo aún no ha terminado. ¡Ñandejára!
¿Será que la estrategia de la ternada Carolina Llanes de declararse anticartista le resultará hoy? Esperemos que no. Caso contrario, todo ese avance logrado en cuanto a la transparencia y el consenso sobre los últimos designados ministros de Corte quedará en el oparei. Ojalá prime la coherencia entre los senadores y devuelvan la terna para que el consejo cumpla lo que dice la ley.