• Por Silde Oporto
• Periodista

El diputado Miguel Cuevas entregó su administración (julio 2017-junio 2018) al nuevo presidente de la Cámara de Diputados, Pedro Alliana, y el corte administrativo arrojó como resultado un manejo irresponsable del presupuesto legislativo. En los documentos a los que accedió La Nación se constatan que en el presupuesto para pago de funcionarios contratados existe “saldo rojo”, por lo que Alliana tendrá serias dificultades para cubrir los gastos que restan del año.

De acuerdo con el plan financiero de la administración de Cuevas, la proyección de gastos deja en saldo cero para el pago de salarios a los contratados para el mes de noviembre; es decir, no se previeron los recursos. Además, no figura en la planilla de gastos el pago de aguinaldos para alrededor de 700 contratados que habían ingresado en la propia administración de Cuevas (ver infografía).

El total del presupuesto anual con que cuenta la administración legislativa para los contratados (Objeto de Gasto 145) es de G. 11.367.484.330, lo que correspondería a un tope mensual de unos G. 874 millones, incluyendo aguinaldo. Sin embargo, en algunos meses se superó ampliamente esa estimación, como por ejemplo en el mes de febrero de este año, cuando se llegó al tope máximo de G. 1.178 millones.

Siguiendo con el mismo plan de gasto de la administración anterior, con los recursos que quedan no se podrían cubrir los salarios desde octubre de este año, atendiendo que para ese mes se presupuestaron solo G. 574 millones. Mientras que para el mes de noviembre el plan financiero revela una ejecución de saldo 0 (cero). Para sueldos del mes de diciembre solo se han presupuestado poco más de G. 874 millones. De igual forma, no se presupuestó el aguinaldo correspondiente para estos funcionarios.

Esta situación obliga al nuevo administrador a realizar una reestructuración de gastos para cumplir con el pago de salarios en el rubro de contratados. Los funcionarios nombrados no tienen este inconveniente.

El corte administrativo de la gestión de Cuevas revela desprolijidades llamativas en el manejo presupuestario, entre las que se resaltan la imprevisión de recursos para cubrir los salarios de los contratados, un tendal de cuentas impagas, la adquisición de insumos de oficina por sumas varias veces millonarias, entre otras cosas que hereda la nueva administración de Pedro Alliana.

El presidente de la Cámara Baja aclaró que no se trata de que la institución se quedará sin presupuesto para cumplir con los compromisos, sino que se deberá cambiar el “ritmo” administrativo que llevaba Miguel Cuevas.

“Si seguíamos al mismo ritmo de Miguel Cuevas, no llegábamos a diciembre, ya que no previeron ni aguinaldos, ni jornales ni honorarios. No es que no íbamos a tener más plata”, explicó Alliana.