- POR MARCELO PEREIRA
- Periodista
- politica@gruponacion.com.py
En esta entrevista con La Nación, Alma Méndez, ternada para ocupar un cargo en la Corte Suprema de Justicia (CSJ), en reemplazo del magistrado Raúl Torres Kirmser, se refirió a sus propuestas en caso de obtener el apoyo del Senado como del Poder Ejecutivo. Puntualizó dos falencias principales en el Poder Judicial, la mora y la corrupción.
Resaltó el hecho de que la actual nómina elaborada por el Consejo de la Magistratura se encuentre integrada por dos mujeres, hecho que calificó de “auspicioso”. También habló sobre el conflicto actual en las penitenciarías e indicó que debe ser abordado de manera integral; es decir, por los tres poderes del Estado. Rechazó que sea un cupo político del vicepresidente Hugo Velázquez y resaltó que su carta de presentación es su trayectoria y el desempeño.
–¿Qué proyectos impulsarías en el caso de ocupar un lugar en la Corte Suprema de Justicia?
–Entiendo que nuestros problemas fundamentales son dos, la mora judicial y la corrupción. La mora la combatiría a través de una reingeniería, un reordenamiento institucional tanto en el ámbito administrativo como en el jurisdiccional. El ordenamiento tiene que responder a políticas de gestión que debidamente tienen que planificarse. De hecho tenemos el plan estratégico institucional. Después el segundo eje se centra en un sistema efectivo de control, estos sistemas existen en la actualidad, llámese superintendencia, unidad de gestión, sin embargo, esto tiene que ser articulado porque en este momento hay aspectos de la función jurisdiccional que no están siendo controlados y otros que tienen una superposición de controles.
Se debe tener controles efectivos, debemos implementar la carrera del funcionario judicial, tiene que tener clara las reglas de acceso de promoción y de salida del sistema judicial para que esté motivado. El funcionario tiene que estar capacitado a nivel de gestión judicial, a nivel jurídico y de visión humana de la justicia porque nosotros aportamos a la sociedad servicios, entonces nuestra herramienta es nuestro talento humano. Los funcionarios que cometen actos de corrupción tienen que ser separados, los que son buenos e idóneos tienen que ser potenciados y acompañados y la gran masa que no está en ninguno de los extremos tiene que ser capacitada en los aspectos que mencioné.
–¿Existen medios alternativos para combatir la mora judicial?
–Otra herramienta para combatir la mora es la utilización efectiva de los medios alternativos de resolución de conflictos, mediación, conciliación, porque de esta forma vamos a descongestionar los despachos judiciales de aquellos pleitos que se pueden solucionar por la vía de acuerdos de las partes dejando en los estatus judiciales solo aquellos que necesitan realmente de la decisión de un juez porque existen cuestiones que no pueden negociar las partes. Otro eje sería la implementación transversal de la tecnología a través de la justicia electrónica, de la digitalización que de hecho ya es un plan que se está implementando poco a poco en la Corte, con estos ejes combatiríamos la mora que a mi modo de ver es la consecuencia de una serie de problemas sistémicos y estructurales que tienen que ser ajustados.
–¿Cómo combatiría la corrupción?
–La corrupción podemos combatir con la optimización y racionalización de los recursos. Tenemos que velar por presupuestos adecuados y por la ejecución presupuestaria eficiente en los lugares donde se necesita. En los aspectos de servicios y la transparencia a través del acceso a la información, la justicia electrónica que permite flexibilizar las gestiones y la audiencia pública. Por último, la rendición de cuentas de los funcionarios públicos, esos son mis ejes de trabajo y propuestas.
–En cuanto a la cuestión administrativa del Poder Judicial, ¿cuenta con una propuesta?
–Hablando de la Corte Suprema de Justicia específicamente. Una de las preocupaciones que siempre tengo es la parte administrativa del Poder Judicial, nosotros como poder tenemos que seguir administrando nuestros recursos porque es la única forma en que podremos hacer previsiones y reprogramaciones a largo plazo. Si el Poder Judicial no maneja su presupuesto sería como una persona de mayor de edad que no puede disponer de sus bienes.
Ahora no puede negarse que esa actividad implica también carga laboral sobre los ministros. Por eso entiendo que a través de una constituyente sería interesante nombrar a tres ministros de la Corte suplente, uno por sala para que cuando el titular pasa a integrar el Consejo de Superintendencia, que es el que se encarga de administrar todo el Poder Judicial, esos ministros suplentes se encarguen de la parte jurisdiccional para que estas sigan su curso normal y no impacten negativamente en su funcionamiento.
–¿Cómo combatir el hacinamiento en las cárceles?
–El hacinamiento en las cárceles es un tema complejo porque tiene distintas aristas. Tenemos el tema de la mala utilización de las medidas cautelares, se tiene la no implementación de sistemas como tobilleras, brazaletes y tenemos también deficiencias estructurales en nuestras cárceles. Es una cuestión que debe ser abordada desde el Estado en sus tres poderes. El Poder Ejecutivo a través del Ministerio de Justicia, se encarga de la política carcelaria, el Poder Judicial tiene una política sobre el cumplimiento y la condena, la Fiscalía tiene su aporte.
Tenemos que abordar la problemática desde distintas aristas. No es solo una entidad la responsable de eso. Ahora saltan los datos de que prácticamente es imposible un control efectivo a través de los guardias porque son pocos para la cantidad de población carcelaria. Todo esto debe ser mediante la directiva constitucional; es decir, que las penas sirvan para reinsertar al individuo en la sociedad y al mismo tiempo para cuidar la seguridad de la sociedad, con base a este principio general tenemos que articular nuestras políticas, que obviamente en este momento estamos muy lejos de cumplir.
–¿Cómo observa que en esta terna se hayan incluido a dos mujeres?
–Me parece muy auspicioso porque si bien es cierto, las mujeres hemos ganado espacios en los mandos medios, jueces de primera instancia, en los tribunales, obviamente en los espacios de poder como en la Corte Suprema de Justicia no se da esa igualdad. Entiendo que la mujer en los despachos de poder aportan una visión integral, más tratándose en la resolución de conflictos porque las mujeres en nuestro día a día generamos experiencias y estrategias en el área de gozar de nuestros derechos. Las dificultades y los obstáculos que encontramos como ser las actividades propias de la maternidad hacen que la mujer tenga que emplear estrategias para desarrollarse profesionalmente. Eso a la mujer le da una visión especial en la problemática. A parte de la idoneidad que debe estar fuera de discusión porque la Corte y el poder judicial es un poder técnico.
–¿Qué opina sobre las críticas que mencionan que la sesión secreta del Consejo de la Magistratura fue clave para posicionar a los candidatos?
–Hubiese sido pública porque justamente en aras de la transparencia y para que se evite este tipo de especulaciones. Yo entiendo que el Consejo lo que trató de evitar es que pudiesen surgir alguna consideración u opinión sobre algunos de los postulantes que pudiesen agraviar la imagen de las personas moralmente. Prueba de eso fueron los test psicotécnicos que por lo que yo escuché mucha gente se sintió afectada a ser expuesta a una faceta indebida. Sin embargo, entiendo que nosotros nos estamos postulando a un cargo público en la máxima instancia judicial, nosotros aceptamos esa exposición así que creo que realmente estamos ensayando, yendo hacia la transparencia. Tenemos que lograr la transparencia absoluta, salvo algo que implique a la seguridad nacional, hecho que justifique no dar datos determinados.
–¿Qué garantía tiene la ciudadanía de que la terna no fue elaborada de forma secreta con el fin de posicionarlos?
–Para la ciudadanía en general y la clase política la garantía que tienen de los postulantes es la trayectoria y el desempeño. Esto tiene que ser la referencia en torno a nuestra designación porque nosotros podemos decir lindas palabras, dar propuestas interesantes, pero en definitiva la voluntad de cumplir esas propuestas son determinantes, y eso se ve con la trayectoria de los candidatos, no hay otra forma, esos son datos concretos, los otros son especulaciones, se debe conocer la vida e historia de los aspirantes y sacar sus conclusiones.
–¿Qué opina sobre las manifestaciones que en torno a estas elecciones tiene más peso lo político que la capacidad de los ternados?
–En primer lugar quiero aclarar que obviamente en este proceso de selección para ministros de la Corte hay una etapa política que es la que empezamos ahora. Esto es un cargo de política de Estado porque es la cabeza de uno de los poderes del Estado. Ahora bien lo que no puede estar en discusión es la idoneidad previa, que se debe demostrar. La parte política se da porque la propia Constitución establece que son los senadores quienes eligen la terna y posteriormente el Ejecutivo, que es otro poder político da su acuerdo.
–¿Usted se encuentra vinculada a algún partido político?
–No. Yo no estoy afiliada a ningún sector político y de hecho por mi función de magistrada no puedo estar ejerciendo una actividad política.
–¿Qué opina sobre las versiones de que usted tendría el respaldo del vicepresidente Hugo Velázquez?
–Como yo soy una persona que no vengo de un sector político que nunca tuve activismo político, es que se hacen estas especulaciones porque la ciudadanía piensa que no se llega a la Corte si no se tiene lo que se llama un padrino político. Como no me conocen, yo soy una persona técnica que siempre se manejó en esa área de la judicatura, por eso es que tal vez se generé este tipo de especulaciones. En procesos anteriores me vincularon primero con el ex presidente Horacio Cartes, luego con el presidente Mario Abdo Benítez y ahora con el vicepresidente Velázquez. No sé, seguro me van a seguir vinculando con más gente hasta de manera internacional porque justamente yo soy una persona técnica que nunca estuvo en la política. Desmiento.
–Lo conoce personalmente. ¿Por qué lo vinculan con él?
–Se deben recordar que el vicepresidente Hugo Velázquez fue fiscal. Era parte del circuito del sistema de Justicia. Lo conozco así, en su época de fiscal, pero yo no lo frecuenté nunca.
–¿Cuál es el clamor de la ciudadanía a partir de la actual renovación de la Corte Suprema de Justicia?
–De hecho que la renovación de la Corte Suprema de Justicia se está dando por imperio de la Constitución Nacional. Algunos están cumpliendo su mandato. De por sí se está dando una renovación no traumática en ese sentido, que es lo que corresponde. Lo que sí entiendo es que la ciudadanía reclama un mejor sistema, un mejor servicio de justicia en donde estamos en deuda con ellos definitivamente por los problemas estructurales.
–¿Cuáles serían una de las primeras acciones que se debe realizar para mejorar el sistema de justicia?
–Tenemos que lograr obtener mayor credibilidad de la ciudadanía. Yo no me limitaría en la Corte Suprema de Justicia ya que el Poder Judicial siempre fue cuestionado por diversos motivos y entiendo que el sistema de justicia tuvo muchas resoluciones no felices que no correspondían, pero no todo está mal. Hay muy buenas personas dentro del sistema de justicia, dentro del Poder Judicial que no está visibilizada. Lo que tenemos que hacer dentro de nuestro sistema de justicia es un mea culpa, ver de que hacernos cargo y que cada autor de este sistema se haga responsable. Solo así vamos a poder salir adelante, enmendar los errores.
PERFIL
Edad: 55 años
Fecha de nacimiento: 10 de marzo de 1963
Egresada de la Universidad Católica de Asunción
Término medio: con 4,91 puntos doctora en Ciencias Jurídicas por la Universidad Católica de Asunción–Summa cum laude (con recomendación de publicación).
Ejercicio de la profesión: 31 años
Funciones que ha desempeñado: jueza de Primera Instancia en lo laboral (1998-2012), miembro del Tribunal de Apelación en lo laboral (2012 hasta la fecha) y docente de la Universidad Católica de Villarrica, Centro de Entrenamiento Judicial (1999 hasta la fecha).