El diputado Pedro Alliana fue electo por segunda vez como presidente de la Cámara de Diputados para el periodo 2019-2020 y, de este modo, reemplazar al actual titular de la institu­ción legislativa, Miguel Cue­vas. En la mesa directiva, Alliana será acompañado del diputado Arnaldo Samaniego, como vicepresidente primero y el diputado Enrique Mineur, como vicepresidente segundo.

Alliana habló sobre sus proyec­tos al momento de asumir la presidencia de la Cámara Baja y adelantó que tomará decisiones drásticas, principalmente con­tra el planillerismo en la ins­titución. Por otra parte, tam­bién señaló que se iniciarán con las sanciones en contra de sus colegas por los reiterados conflictos y enfrentamien­tos que se dan en el pleno, lo que genera que las sesiones sean terminadas sin tratar los puntos en el orden del día.

–¿Cómo se dieron las nego­ciaciones para llegar a un acuerdo entre las tres ban­cadas del Partido Colorado y el sector llanista del Par­tido Liberal?

–Hace poco más de un mes que se vino conversando fuerte­mente con los sectores, con la bancada del llanismo y otros diputados también liberales que no son del llanismo, ade­más de la bancada de Colorado Añetete.

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–¿En qué momento decidió aceptar ser el candidato a la presidencia de la Cámara teniendo en cuenta que tam­bién está enfrentando un problema de salud?

–La primera vez que volví del Brasil después de enfrentar mi tratamiento, no me sen­tía en condiciones y tam­poco tenía los resultados de mis últimos estudios, enton­ces se dio una terna dentro del movimiento Honor Colo­rado. Pero luego de mi última vuelta, con los resultados en mano, me pidieron los cole­gas, me pidió también el líder del movimiento Honor Colorado (Horacio Cartes), porque ya estaba en conoci­miento de mi mejoría, enton­ces me pidió que yo asuma este desafío.

–Se habló mucho de que el acuerdo se dio en torno a un pacto de impunidad para algunos colegas que tienen causa en la justicia y, prin­cipalmente, para Miguel Cuevas.

–Eso no depende de mí. Creo que están confundiendo un poco los roles algunas perso­nas o algunos medios de comu­nicación. Yo no soy ni juez, ni fiscal. Todos los pedidos que reunieron las condiciones que fueron a la Cámara de Dipu­tados hemos acompañado. Ya sean pedidos de desafuero, de pérdida de investidura, hemos acompañado sin ningún pro­blema. Hoy los diputados Tomás Rivas y Carlos Porti­llo están sin fuero, pueden ser investigados sin ningún incon­veniente. Ellos están en manos de la justicia, del Ministerio Público y si reúnen los requi­sitos vamos a llevar al pleno. Yo no tomo las decisiones de sacar el fuero a un diputado o la pérdida de investidura. Creo que quieren confun­dir, pero yo no llegué aquí a través de un pacto de impu­nidad, no me reuní con nin­gún solo con un diputado en forma privada, cuando me reuní con el vicepresidente de la República (Hugo Veláz­quez) y otros actores políticos en ningún momento habla­mos de impunidad, nosotros no hablamos de Miguel Cue­vas ni de nadie. Al final de cuentas, el tiempo me dará la razón, así que verán que conmigo no hay ningún tipo de pacto de impunidad sobre ninguna persona.

–Sobre los últimos escán­dalos en cuanto a funcio­narios, con respecto a las creaciones de direccio­nes y jefaturas dentro de la Cámara, ¿cuáles serían sus acciones?

–Escuché que se crearon nuevas direcciones. Para mí son innecesarias porque se manejaban bastante bien con la cantidad que estaban. Es más, para mí la cantidad de funcionarios que había ya era suficiente, y crear nue­vamente direcciones para mí es innecesario y acarrea un gasto para la Cámara de Diputados. Voy a revisar eso y, si eso es cierto, voy a sacar una resolución, que sería una de las primeras resolu­ciones para la anulación de esas direcciones, y si existen otras jefaturas que se crearon, también las voy a anular. Voy a cambiar al jefe de Recursos Humanos, esa es una deci­sión que ya tomé, para que haya un control mucho más minucioso por estas denun­cias de funcionarios plani­lleros que hay. Voy a rescin­dir los contratos de todos los funcionarios de la Cámara e ir viendo a quienes pertene­cen los funcionarios, princi­palmente los más nuevos, los más antiguos no puedo tocar. Estaremos controlando inten­samente para que no sigan los funcionarios planilleros en Diputados y que cada funcio­nario tenga una función.

–En el corte administrativo podrá tener conocimiento de todas esas irregularida­des, ¿denunciará a su colega Miguel Cuevas?

–Claro, totalmente. Otros de los puntos importantes de mi anterior administración fue la primera vez que se le dio parti­cipación a la Contraloría Gene­ral de la República, no solo para el corte administrativo sino que por primera vez los funcio­narios de la Contraloría acce­dieron a los documentos de la Cámara de Diputados, incluso pusimos una oficina para que ellos puedan trabajar. Eso se dio por primera vez en la his­toria de la Cámara. Nosotros no tenemos nada que ocultar y si encontramos irregulari­dades, yo a esta altura de mi vida tengo una carrera política que cuidar, tengo una familia que cuidar, tengo que cuidar mi salud. Yo no me voy a manchar por algunas personas, para comprometerme a llegar a la presidencia de la Cámara de Diputados. No voy a hacer eso y mi compromiso es que si llego a encontrar alguna irregulari­dad voy a hacer las denuncias correspondientes a los orga­nismos pertinentes.

–¿Cómo pretende mane­jar los conflictos y enfren­tamientos que se dan entre los propios colegas de la Cámara que incluso termi­nan una sesión sin haber tratado los puntos del orden del día?

–Eso debe terminar. Cuando inicie voy a manifestar mi pos­tura. Antes que nada las agresio­nes entre colegas no pueden con­tinuar y, si esto continúa, deben iniciar las sanciones. Cada dipu­tado no puede referirse a otro diputado en forma personal, tiene que dirigirse a la presi­dencia, y vamos a bajar una línea pidiendo que esto se respete, y si no es así, vamos a ponernos los pantalones y vamos a empe­zar a sancionar con el pleno de la Cámara de Diputados.

También mi pedido encarecido a todos los colegas es que tomemos con­ciencia, estas decisiones que voy a tomar serán un poco impopu­lares entre los colegas y le pido a ellos que seamos conscientes ante la ciudadanía, que tene­mos demasiados privilegios. Lo mínimo que podemos hacer es apoyar estos recortes que vamos a llevar adelante, que terminen una gran parte de los privilegios hacia los parlamentarios y que sea el inicio de una gran trans­formación dentro de la Cámara de Diputados.

No digo que voy a transformar en un ciento por ciento, pero vamos a con­tinuar el proceso que hemos iniciado en el primer año, y si a los colegas no les gusta saben que mi renuncia está sobre la mesa, no tengo problema de volver a mi banca y dejar la presidencia, pero voy a mar­car una línea. Voy a tratar que la ciudadanía nos tenga nue­vamente confianza y mejo­rar la imagen de la Cámara de Diputados.

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