El presidente de la Cámara de Diputa­dos, Miguel Cuevas, quien actualmente es inves­tigado por enriquecimiento ilícito, manifestó ayer ser inocente de lo que lo acu­san y señaló que es un per­seguido político. Asimismo, admitió tener solo 202 hec­táreas, todas documentadas y adquiridas según el colorado antes de ser político.

“No es cierto como me quie­ren pintar, como un capo mafioso, ni mucho menos sin­vergüenza”, señaló mientras ejercía su defensa al inicio de la sesión ordinaria del esta­mento legislativo. Apuntó que no cuestionará el trabajo que realiza la Justicia para­guaya porque asegura que “no van a encontrar ni más ni menos”.

No obstante, Cuevas explicó a la prensa mucho antes de su descargo que solo tiene 202 hectáreas y que se encuen­tran documentadas y algunas transferidas a sus hijos como herencia. Afirmó que dichas propiedades las obtuvo en el año 1988, mucho antes de ser político.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

Cuevas dijo que estas acusacio­nes solo son parte de una perse­cución política del movimiento Honor Colorado. “Todo es men­tira porque hay una persecu­ción política del movimiento Honor Colorado porque cuando salí del movimiento empezó toda la persecución, son gente inescrupulosa de mi departamento que me persi­gue”. “Más que inocente, soy un perseguido”, se declaró.

Días atrás, el Ministerio Público allanó tres estan­cias de la familia de Cuevas. Las propiedades se encuen­tran ubicadas en las locali­dades de Cerro Rokê y Colo­nia Insfrán, del distrito de Sapucai, departamento de Paraguarí.

En la investigación fueron incluidos los hijos del legis­lador Enzo Miguel y Raúl Adilson Cuevas Florentín, teniendo en cuenta que varias de las propiedades figuran a nombre de los mismos.

Cuevas y su familia se encuen­tran en la mira por el giro que tomó su vida luego de que el investigado se metiera en la política y obtuviera varios lujos luego de ser conocido como un zapatero más de barrio en el departamento.

Déjanos tus comentarios en Voiz