- POR ORLANDO BAREIRO
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El actual presidente de le Cámara de Diputados, Miguel Cuevas, pasó por varios cargos dentro de la función pública, desde la intendencia, la gobernación y la administración del puerto de Paranaguá. Con ello arrastra el secreto de cómo hizo para convertirse en millonario cuando su origen es modesto y se le conoce por el oficio de zapatero.
El brillante asenso económico que experimentó Cuevas lo tiene actualmente en el ojo de la tormenta y está siendo investigado por la Fiscalía desde hace varios meses. Pese a haber pruebas contundentes, el Ministerio Público sigue sin imputarlo.
El legislador y su familia tienen un buen pasar, gracias al Estado. Así como Cuevas, una decena de su parentela viven de sueldo público, entre ellos figura hasta su yerno. En Paraguarí acaparan la función pública.
La nómina de parientes encabeza su esposa Nancy Florentín de Cuevas, a quien se le descubrió planilleando como docente de la Escuela Básica Nº 151 Inglaterra, Sapucai. En esta institución figura como bibliotecaria y técnica administrativa, pero percibe rubro docente.
En la misma entidad educativa de Sapucai trabajan además Rosa Mereles de Cuevas, esposa de Cirilo Cuevas, hermano de Miguel Cuevas, quien es vicedirectora y debería de controlar si su concuñada asiste normalmente a trabajar. Así también es docente en la Escuela Básica Nº 151 su sobrina Myrian Olmedo Cuevas, hija de Pabla Cuevas de Olmedo, hermana de Cuevas.
Otro de los familiares ubicados en una entidad pública es su sobrina, Evelin Noemí Cuevas, hija de Cirilo Cuevas. La joven consiguió nuevamente ser reincorporada en la Entidad Binacional Yacyretá, luego de ser desvinculada en el 2017, lo que evidencia el beneficio de tener un tío vinculado al grupo de poder de turno.
Claudio Orlando Mendoza Cuevas, sobrino Miguel Cuevas, hijo de su hermana Felipa Cuevas, esta última es concejala de Sapucai, es otro mimado por el gobierno de turno. Fue nombrado como jefe regional de Copaco en Paraguarí y de G. 2,2 millones que percibía anteriormente pasó a tener una remuneración por encima de G. 13 millones.
El hermano de Claudio, Jorge Mendoza Cuevas, recientemente consiguió el nombramiento en Sinafocal, como jefe interino de Patrimonio. La esposa de Jorge, María Estela Medina, es jefa de departamento del Ministerio de la Defensa Pública.
Un malestar generalizado se dio en Sapucai, cuando en octubre del año pasado, Mariela Carolina Duarte Cuevas, sobrina de Miguel Cuevas, fue nombrada como directora del Centro de Salud de la mencionada comunidad. La sobrina fue nombrada en reemplazo de María Vera, una avezada médica que no tenía cuestionamientos en su labor. Mariela Carolina pasó de ser enfermera a directora.
En la lista también está Edgardo Vera Parra, esposo de la hija de Miguel Cuevas, Nadia Cuevas, quien es funcionario permanente del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG).
SU HIJO Y NUERA
El hijo de Miguel Cuevas, Enzo Cuevas “el terrateniente”, quien figura como el principal beneficiado de los importantes inmuebles que en algún momento pertenecieron a su padre, según documento de la Dirección Nacional de Catastro de Sapucai, fue ubicado como funcionario “ad honorem” en la Cámara Baja, según había defendido en su momento el padre. Pese a no tener antecedentes laborales, tiene importante cantidad de bienes a su nombre.
Por su parte, la esposa de Enzo Cuevas, Alba Montiel Cañete y su suegra Marina Cañete de Montiel, representantes legales de la firma Albicar SRL, hicieron negocios con la Gobernación de Paraguarí cuando Cuevas era el jefe departamental.
RENUNCIANTES
El pasado fin de semana, uno de los temas más comentados fue que las dos hijas del presidente de la Cámara de Diputados, Nadia Silvana Cuevas Florentín y Nancy Yanina Cuevas Florentín, renunciaron por “ética” a la función pública, según anunció su padre.
Nadia Silvana figuraba en la nómina de funcionarios del Poder Judicial con un salario de G. 6.030.000, mientras que Nidia Silvana fue contratada por la ministra de Trabajo, Empleo y Seguridad Social (MTESS), Carla Bacigalupo, como instructora en el Servicio Nacional de Promoción Profesional (SNPP), con un salario por arriba de G. 8 millones.