Aparentemente, la Fiscalía va cerrando el círculo –ya era hora– de la investigación sobre el impresentable presidente de la Cámara de Diputados, Miguelito Cuevas. La fiscal Llano confirmó que identificaron 14 inmuebles propiedad del zapatero millonario y que podría ser imputado por declaración falsa, enriqueci­miento ilícito y lesión de confianza.

La investigación que arrancó nuestro diario fue el disparador para que la Fiscalía actúe y ahora prácticamente toda la prensa halló negociados y nuevos fatos que involucran a Cuevas. Desde propiedades, sobrefacturaciones cuando estuvo en la Gobernación de Paraguarí, nombramientos de parientes y amigos sin concursos y muchas otras irregularidades. Ojalá la Fiscalía actúe con la misma celeridad con la que actúa con otros políticos.

El que hasta ahora la sigue sacando barata es Renolfito el “mau”. Sigue usurpando una banca en el Senado, fue el principal operador para el blanqueo al Chino García, que se daría esta semana a cambio de que la Contraloría cajonee una auditoría sobre sus chanchullos cuando fue gobernador del Guairá y encima le da la cara para presentarse como el paladín de la justicia. Los niños de su departamento no se olvidan que les dejó sin almuerzo escolar por quedarse con el “vuelto” de una licitación.

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Un tal “Manu”, parlamentario del Mercosur, anda justificando el zoquete diciendo que Argentina y Brasil tienden una trampa al Paraguay con el tema de suprimir las elecciones para elegir a los representan­tes en dicho cuerpo legislativo. Lo que este joven, discípulo de Efraudín, no entiende, es que las representaciones seguirán, solo que dejarán de cobrar el salario de un legislador por rascarse todos los meses.

¿Quién entiende a los inmaculados de la prensa mercenaria? Ahora resulta que quieren instalar que detrás de las coincidencias de los líderes políticos sobre la necesidad del desbloqueo de listas habría una estrategia. Este es el momento de acompañar estos aires de renovación por lo menos que apuntan a mejorar la representación parlamentaria, no sabemos si será la solución, pero es un gran paso. Pero para estos próceres algo hay detrás. ¡Andáááá!

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