De acuerdo con la publicación de DW, la organización benéfica alemana Kolping Paraguay se ha dedicado a obstruir las investigaciones desde el 2010 presentando cargos de difamación contra la denunciante Brigitte Fuzellier. A la par que continuaban las batallas judiciales, también continuó su prohibición de viajar.
Mientras que el asistente de la ex directora del Kolping, Thomas Schilling, pasó dos años en una cárcel paraguaya sin condena por una citación judicial alemana que solo vio cinco meses después de haber sido emitida. Menciona que durante este tiempo en la cárcel también le costó dinero a Fuzellier y a su familia: “Aquí en Paraguay hay que pagar dinero por la protección para asegurarse de que alguien no muera en la cárcel”, dijo Fuzellier, según la publicación.
Este portal de noticias denunció, además, que el gobierno alemán no brindó ayuda. “Fuzellier apeló a la embajada alemana en Asunción para que la ayudara con sus gastos legales, pero se le negó”. En una declaración a DW, el Ministerio de Asuntos Exteriores alemán solo ofreció una breve respuesta: “El caso es conocido por el Ministerio de Asuntos Exteriores. La embajada en Asunción ha estado en contacto con la persona afectada”, presenta el caso.
De hecho, menciona que en los correos electrónicos de DW muestran que “el Ministerio de Asuntos Exteriores se negó a intervenir aduciendo que Fuzellier no se encontraba en una “situación de emergencia aguda”. Dado que la prohibición judicial de viajar le ha impedido trabajar, Fuzellier argumenta que esto sí describe sus circunstancias, se denuncia en la publicación.
“Kolping ha intentado durante años romper el espíritu de Brigitte. Pero no tendrán éxito”, dijo Mark Worth, director ejecutivo del Centro Europeo para los Derechos de los Denunciantes.