El ingeniero Carlos Heisele, ex presidente de la Administración Nacional de Energía (Ande), se refirió técnicamente al proyecto que plantea la disminución de la tarifa de la Administración de Energía, aprobado en la Cámara de Senadores y que pasa a Diputados para su análisis. El profesional señaló que la iniciativa, más conocida como “Ñane Energía”, no es muy clara respecto a la seguridad que se cuente con el presupuesto necesario para subsidiarla.
“Va a tener un impacto muy fuerte la posibilidad de que tanto la Itaipú Binacional como la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) puedan cubrir esta situación, no lo veo muy claro mientras no se defina esa cobertura o ese calce financiero que va a precisar la Ande, lo veo inviable”, manifestó Heisele. Asimismo, indicó que mientras no se tenga el calce financiero, de buenas a primeras no cerrarán los números.
“Evidentemente es un proyecto muy interesante, pero hay que hacerlo real y viable para que pueda ser útil. Así como se está tirando al aire no lo veo”, refirió.
Con respecto a los US$ 1.300 millones anuales de los gastos sociales de ambas binacionales, que se plantea sean destinados al programa Ñane Energía, indicó que si se cumple tal situación sí será factible. “Pero si no fuese así, ¿cómo se da la cobertura? Lo que no veo es la seguridad que se va a efectivamente contar con ese respaldo”, reiteró.
Sin embargo, indicó que hay que recordar que tanto Itaipú como Yacyretá son producto de un acuerdo y de tratados con otros países, y pese a que en una parte de los tratados se menciona que la Ande sea propietaria de ambas, se debería de ceder en forma graciosa una importante cantidad de dinero. “La energía eléctrica es lo más transversal en cuanto a transparencia y aplicación de lo que se puede hacer con un subsidio específico porque la energía eléctrica llegó a un 97% de la población; entonces, esa situación, viendo de esa parte, sí sería interesante”, indicó.
Por otra parte, cuestionó que existen otros problemas más emergentes en el país como la educación y la salud, que en gran parte el Presupuesto General de la Nación depende también de esos ingresos.