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La prioridad que le dio el gobierno de turno a la compra de aulas y viviendas prefabricadas con materiales de importación, antes que la utilización de ladrillos y tejas de producción nacional, trajo como consecuencia una gran movilización de ceramistas de diferentes puntos del país, quienes coparon las calles de Asunción ayer e intimaron al presidente Mario Abdo Benítez y a sus flamantes ministros, Eduardo Petta, del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC), y a Dany Durand, del Ministerio de Urbanismo, Vivienda y Hábitat (MUVH). Ambos ministerios excluyen a los ceramistas de sus proyectos de construcción, optando por ensamblados.
La exclusión de esta industria local de los procesos licitatorios dejó sin unos US$ 300 millones a los ceramistas locales en los últimos tres meses, según las estimaciones que manejan en el sector. Tanto el MEC como el MUVH mostraron una gran inclinación hacia los prefabricados y realizaron licitaciones cargadas de cuestionamientos de casas y aulas dejando bajo la mesa a la industria cerámica nacional, que emplea a unas 120.000 personas en todo el país.
“Esto es realmente preocupante, están dejando de lado la producción nacional y es una industria muy importante que emplea a muchas familias y el gobierno de turno no dimensiona el daño que está haciendo. Nos dejan sin unos US$ 300 millones”, manifestó Ricardo Maluf, presidente de la Cámara Paraguaya de la Industria Cerámica.
DURAND QUIERE MATAR LA INDUSTRIA
Jorge Aceval, directivo de la cerámica Aceval de la localidad de Tobatí, mencionó que el ministro Dany Durand quiere matar la industria cerámica.
“Él siempre dice que el ladrillo va a terminar, que ya no se va a utilizar en poco tiempo más y hace una comparación entre los celulares ladrillos de antes y los celulares de ahora. En cada discurso dice eso y ahora el pueblo se levantó porque somos muchos quienes dependemos de este rubro”, sostuvo Aceval.
Acusó también de mentiroso al presidente Mario Abdo, quien aseguró en sus discursos políticos que para todas las construcciones del Gobierno se utilizarán materiales de construcción cocidos nacionales. “Él visitó dos veces Tobatí y en ambas oportunidades prometió que se utilizarán materiales nacionales para la construcción y tal cosa no está ocurriendo”, agregó.
OSCURA LICITACIÓN
El Ministerio de Educación realizó una millonaria adjudicación que asciende a unos G. 15.000 millones para la construcción de unas 209 aulas prefabricadas, con fondos provenientes de la Unión Europea mediante la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI). El MEC no cuenta nada más y nada menos que con el propio contrato con las 4 empresas que adjudicó la organización internacional y deja en manos de otros la seguridad y el control de los recursos del millonario montaje. La OEI tampoco muestra el contrato.
La institución manejada por Eduardo Petta deja con una ganancia superior a los de G. 1.400 millones a la OEI por el proceso licitatorio. Como si fuera poco, el MEC cuenta con personales que ganan millones en administración y la unidad de compras, pero prefirieron pagar y dejar en manos de terceros.
El monto que desembolsa el MEC por cada aula prefabricada es de G. 72 millones, que tiene una vida útil como máximo de 10 años si se realizan los mantenimientos en tiempo y forma, si comparamos con las aulas convencionales (ladrillo y teja), cuestan prácticamente lo mismo e inclusive menos y duran en promedio unos 50 años, según los referentes del sector de la construcción.
Luego de la presión de los ceramistas, se realizó una extensa reunión con autoridades del MEC y del MUVH. Entonces se comprometieron a promover y priorizar la utilización de productos nacionales de construcción desde las próximas licitaciones.