- POR ROSSANA ESCOBAR M.
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En agosto del 2005, dos años después de asumir la Presidencia de la República Nicanor Duarte Frutos, su esposa María Gloria Penayo de Duarte inauguraba con bombos y platillos, ante autoridades locales e internacionales, las instalaciones del hogar “Óga Mimbi”, que era para albergar a niños en situación de riesgo y que finalmente se convirtió en un templo.
Publicaciones de varios medios de la época señalan que la existencia de Óga Mimbi fue posible gracias al apoyo de la Embajada de China (en Taiwán), que realizó donación de US$ 1,6 millones en el lugar. (diarios ABC y Última Hora). Era un proyecto para niños y adolescentes encarado por la fundación de la ex primera dama y su fundación denominada Red Paraguaya para el Desarrollo Humano (Repadeh).
La amplia y nueva infraestructura que se promocionaba a través de los medios de comunicación, con un gran espacio para deportes, comedor con acoge doras mesas, cocina, sala de juegos, con televisor y almohadones, mesa de ping-pong, de billar-gol, está afincada nada menos en una propiedad que figura a nombre de Duarte Frutos, en las inmediaciones de la Terminal de Ómnibus de Asunción. Pegado al local está otro inmueble de 500 m2 a nombre de Gloria Penayo.
Dos días después de las elecciones del 20 de abril del 2008, año en que dejó el cargo Duarte Frutos, militares con un camión de las FFAA fueron a desmantelar el local, llevaron los muebles y víveres y los niños quedaron sin asistencia. Meses después, vecinos habían denunciado que el “refugio” que era para desprotegidos se convirtió en un aguantadero de adictos a estupefacientes de todo tipo.
La ministra de la Niñez de la época de Fernando Lugo (sucesor de Duarte Frutos) había señalado su intención de recuperar el edificio, pero quedó en la nada y no se sabe de rendición de cuentas del dinero recibido.
PATRIMONIO DULCE
Se torna grave la referencia que arrastra el templo de Duarte Frutos considerando la ayuda internacional para instalar en el lugar, lo que fue en su momento un hogar para atender a niños en situación de calle. Hoy el inmueble está valuado en unos US$ 250 mil y teniendo en cuenta que su sueldo de presidente durante los 5 años asciende a G. 1.159 millones, el monto no le da mucho margen para semejante inversión.
Además del origen del dinero en la construcción del imponente templo en la zona de la Terminal de Asunción, Duarte Frutos nunca justificó de dónde sacó el dinero para erigir un búnker a lo largo de una manzana en el barrio Herrera de Asunción. Existe una docena de propiedades más a nombre de la pareja, distribuidos en distintos puntos del país.