El empresario Rodolfo Tischler fue denunciado por supuesta perturbación de la paz pública por encabezar manifestaciones en contra de las irregularidades presuntamente cometidas por el ex gobernador del Guairá y actual senador, Rodolfo Friedmann, apoyado por su equipo. El denunciante es el concejal Saúl Maidana, a quien además lo vinculan como uno de los supuestos testaferros de Friedmann.
Según Tischler, una de las manifestaciones fue realizada frente al domicilio particular del edil en protesta del traslado de la terminal de ómnibus de Villarrica.
En la denuncia ante la Fiscalía se menciona que los manifestantes habían arrojado piedras hacia la vivienda, hecho que fue desmentido por Tischler, quien asegura que no utilizaron en ningún momento la violencia; sí admite que tiraron huevos, pero no piedras, como se quiere hacer creer.
Uno de los hechos más llamativos y cuestionados por el denunciado y su abogado defensor, Jorge Portillo, es que toda la ola de escraches en la ciudad guaireña fue generada a raíz de las denuncias de un supuesto negociado que habría detrás del cambio de sitio de la terminal y que directamente involucra al senador Friedmann y sus allegados, entre ellos Saúl Maidana y el concejal Rubén “Pirulo” Martínez.
Luego de ese escándalo surgieron otros hechos aún más graves como el despilfarro de millones de guaraníes correspondientes a los bienes de la gobernación y que benefició directamente a los amigos, familiares y allegados de Friedmann, quien en ese entonces ocupaba el cargo de gobernador.
A pesar de haber sido denunciado ante la Fiscalía por ambos casos en fechas 1/10/2018 y 1/11/2018 por lesión de confianza, enriquecimiento ilícito, apropiación, entre otras cosas, hasta el momento el Ministerio Público no lo ha llamado siquiera a declarar. El argumento de los agentes fiscales encargados del caso es que siguen recopilando informaciones. Sin embargo, a Tischler, quien fue uno de los propulsores de la denuncia por el mal uso del dinero público, la fiscala María Agustina Unger ya lo citó para una declaración indagatoria para el 13 de marzo próximo.
“Nosotros denunciamos y no avanza la investigación, pero se denuncia por tirar huevos y son citados. Yo me fui la semana pasada a Asunción para averiguar cómo está la denuncia contra Friedmann y la asistente del fiscal que está a cargo me dijo que están investigando, pero me pidió paciencia. Me dijo también que ellos están analizando, pero que tienen demasiado trabajo encima”, señaló el abogado Jorge Portillo.
AL ESTILO DEL ESTRONISMO
La situación atravesada por los escrachadores del Guairá hace suponer que detrás de estos hechos habría un gran interés de amedrentar a la ciudadanía utilizando la figura de la “perturbación de la paz pública” para evitar de esta manera que más personas se animen a salir a las calles a reclamar sus derechos.
Esta práctica era normal durante la época del general Alfredo Stroessner, inclusive existía la Ley Nº 209/70 de “Defensa de la paz pública y libertad de las personas”, que castigaba a quienes provocaban tumultos, a los que ocupaban cualquier establecimiento público o privado, entre otras cosas. Era una manera “legal” creada por el Gobierno para evitar que los paraguayos se levantaran ante algún tipo de irregularidades o disconformidades hacia las autoridades