El periodista y escritor Bernardo Neri Farina sostiene que las cau­sas que derivaron en el golpe de 1989 y derrocamiento del general Alfredo Stroessner fueron el quiebre interno en el Partido Colorado, el descontento en las Fuerzas Armadas, la presión de los Estados Unidos, la presión de Argentina y Brasil y el des­gaste natural del entonces presidente. Destacó, además, que para Estados Unidos el único elemento que podía lograr la salida de Stroess­ner del poder era su consue­gro, Andrés Rodríguez.

“En 1982 comienza a mer­mar la entrada de dinero, coincide con la baja del algo­dón y la soja, entonces el Paraguay comienza a vivir un clima económico muy duro y se acaba la estabili­dad económica. Eso crea la inestabilidad política. Des­pués comienza una presión internacional respecto al Gobierno. Argentina y Brasil comienzan a democratizarse, los gobiernos militares de derecha fueron sustituidos por gobiernos democráticos que comienzan a presionar para que Paraguay cambie, además del gobierno norte­americano”, señaló.

Bernardo Neri Farina.

El comunicador sostiene que ya había un clima internacio­nal diferente, ya que inclu­sive el gobierno argentino de Raúl Alfonsín comenzó a pre­sionar a Stroessner para que vuelvan los exiliados polí­ticos al país. Fue así que los miembros del Movimiento Popular Colorado (Mopoco) comenzaron a retornar a par­tir de 1983.

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Otro de los factores claves fue la división del Partido Colo­rado en 1984. Entonces se crearon el Tradicionalismo y la militancia estronista, encabezada esta última fac­ción por una nueva camarilla de ministros cercanos al dic­tador, Mario Abdo Benítez, Sabino Augusto Montanaro, J. Eugenio Jacquet y Adán Godoy Giménez.

“El Tradicionalismo eran los oligarcas colorados que pen­saban ya en que Stroessner no iba a ser eterno y comenzaban a ver qué pasaba después de él. Y estaba la militancia estro­nista que comenzaba con la idea de que después de Stroes­sner otro Stroessner, prepa­rando una posible sucesión del entonces presidente con su hijo Gustavo Stroessner”, relata.

Además, el estronismo pre­sumía de que el Partido Colo­rado tenía una unidad graní­tica, pero la misma comienza a socavarse a partir de 1984. El 1 de agosto de 1987, los mili­tantes atracaron la conven­ción del Partido Colorado y tomaron el poder despla­zando a los tradicionalistas, que con el histórico ministro sin cartera al frente, Juan Ramón Chávez, se consti­tuiría en disidencia, aunque sin una oposición directa a Stroessner, sino a aquel “Cua­trinomio de Oro”.

FACTOR MILITAR

Otro de los factores que colaboraron para la salida de Stroessner fue el militar, que estaba encabezado por Andrés Rodríguez, señala Neri Farina. “El problema suyo era que los militan­tes del sector popular que­rían acceder al poder econó­mico. Una de las barreras a ese acceso era Rodríguez, que también tenía sus nego­cios propios y era el hom­bre más poderoso después de Stroessner en Paraguay, por lo que había que despla­zar también a Rodríguez del poder. Además, él tenía vínculos con el tradiciona­lismo”, dijo.

Cuenta que el golpe que die­ron los militantes en el 87 también golpeó a Rodríguez. El entorno cercano de Stroes­sner comenzó a preparar el retiro del general y cuando él se dio cuenta de que iba a ser desplazado del poder, comenzó a armar sus pro­pias fuerzas.

Estados Unidos comenzó a preparar la transición para después de Stroessner y el único elemento que podía lograr su salida era Rodrí­guez. “A Rodríguez no le quedó otra opción, por la presión de Estados Unidos y por preservar su propio poder y su propia seguridad porque iba a ser desplazado. Entonces decide pegar el golpe y encuentra terreno fértil en otros grupos mili­tares que también ya esta­ban cansados del régimen”, reseñó.

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