El lujoso Chevrolet Camaro, pertene­ciente a Reinaldo “Cucho” Cabaña, quien actualmente guarda prisión preventiva en la penitencia­ría de Tacumbú imputado por narcotráfico, fue entregado a la Secretaría Nacional Anti­drogas (Senad) para la lucha contra el narcotráfico y el cri­men organizado.

Este vehículo, junto a otros bienes del supuesto líder del narcotráfico, estaba en poder de la Secretaría Nacional de Bienes Incautados y Comi­sados (Senabico) desde el miércoles 16 de enero. Esta es la institución encargada de administrar todas las perte­nencias del supuesto crimi­nal. Su incautación se dio tras el Operativo Berilo, puesto en marcha en setiembre pasado.

Manteniendo su color origi­nal, el negro, pero completa­mente ploteado con el logo­tipo de la institución estatal (Senad) y el agregado de Senabico, el Chevrolet pasará a ser uno de los móviles de apoyo para combatir el nar­cotráfico durante la tempo­rada veraniega y hará sus primeros patrullajes en la costanera de Encarnación y sus alrededores.

Del Operativo Verano, como lo denominan, for­man parte varias institu­ciones estatales, como la Senad, la Policía Nacio­nal y el Ministerio Público.

El Chevrolet Camaro, al igual que otros veintidós roda­dos que fueron decomisa­dos durante el operativo en el cual se concretó la captura de “Cucho”, estaban en poder de la Senad, pero atendiendo que es la Senabico la encar­gada directa de la adminis­tración fueron entregados a la institución el pasado miérco­les 16 de enero. A partir de ahí la cartera dispuso el uso que se daría a todos ellos.

Atendiendo a que el impu­tado todavía no cuenta con una sentencia firme, a través del mecanismo del comiso especial o autónomo esta entidad podrá dispo­ner temporalmente de sus bienes. Esto es factible gra­cias al marco regulatorio de la Senabico, ya que para separar definitivamente a un procesado de sus perte­nencias es necesario pri­meramente contar con una sentencia judicial firme y ejecutoriada.

La Quinta Nápoles es otra de las propiedades de Cabaña que será alquilada para explo­tación turística. La nego­ciación fue hecha con una empresa privada que hará las modificaciones necesa­rias para convertirla en un balneario.