La titular de Petróleos Paraguayos (Petropar), Patricia Samudio, eludió la Ley de Contrataciones Públicas al firmar un convenio con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) para la licitación de cuatro contratos para el mejoramiento de la producción de la alcoholera de Mauricio José Troche (departamento del Guairá). Del total, dos ya fueron adjudicadas, según un matutino local.
“Las cuatro licitaciones son por unos 3,3 millones de dólares y las convocó el PNUD a través de su página web, evitando el sistema tradicional previsto en la Ley N° 2051/03, que rige a la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP), lo que es cuestionado por empresas locales”, señala la publicación.
Alega que a dos meses de la rúbrica del convenio por un valor de 7,6 millones de dólares, ya se hizo la convocatoria para los trabajos que permitirán la duplicación de la producción de la alcoholera.
El primer contrato (por 793.000 dólares) se refiere al mantenimiento de equipos de accionamiento de tándem de molinos con la empresa TGM Weg Energy - WEG SA, representado por Rui Sergio Mendes, mientras que el segundo (por 246.000 dólares) es para la realización de las obras complementarias en el sector de destilería, que fueron adjudicadas a la firma Sena Ingeniería SRL, a cargo de Carlos Alberto y César Augusto Sena.
Se estima que la inversión total en la planta alcoholera será de 20 millones de dólares, que se completará en el 2021, con lo cual la estatal podrá duplicar su producción actual (llegar a 45 millones de litros).
La alta funcionaria, al ser consultada sobre el tema, dijo que no estaba eludiendo a la Dirección de Contrataciones, sino que se trata de “otra forma de contratar”.
IRREGULARIDADES
Samudio, al poco tiempo de asumir la presidencia de Petropar, había vendido a crédito 7,5 millones de litros de combustibles a Monte Alegre SA y días después anunciaba el aumento de los precios, beneficiando de esa forma a la familia de Conrado Hoeckle, asesor “ad honórem” del presidente de la República, Mario Abdo Benítez. También había depositado dinero de la empresa estatal en el sector privado, cuando lo que debía hacer por ley era guardarlo en el Banco Nacional de Fomento (BNF).