El senador colorado Enrique Riera propuso ayer que Paraguay abandone la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en caso de que este organismo falle en contra del país y obligue al Estado paraguayo a indemnizar con US$ 63 millones a Juan Arrom y Anuncio Martí, quienes denunciaron que fueron torturados en enero del 2002 por agentes de la Policía Nacional.
Indicó que considera que cuando el árbitro de un litigio está sesgado por ideologías políticas, es que ha planteado discutir la posibilidad de permanecer como miembro de la CIDH. “Todas las próximas veces nos saldrán en contra, si en esto (fallo a favor de Arrom y Martí) nos sale en contra; ya pierde toda capacidad de raciocinio. Todos los paraguayos sabemos lo que sufrió esa familia cuando María Edith tenía un arma apuntando a la cabeza. Entonces, se me ocurrió que al no pertenecer al organismo, no estaríamos obligados a cumplir con sus exigencias”, expresó.
En ese sentido, señaló que personalmente no está involucrado en el caso, pero como todo paraguayo está indignado ante esta pretensión de las dos personas que están sindicadas como responsables del secuestro de María Edith Bordón de Debernardi en el 2001, para que se pueda concluir el juicio. Lamentó que la CIDH esté solamente analizando una parte de la historia, cuando ocurrieron dos hechos relevantes: por una parte el secuestro y la exigencia del pago para la liberación de una persona, donde existen suficiente elementos comprobatorios, había un proceso penal, hasta que los imputados huyeron del país, antes de que se inicie el juicio oral. Por otra parte, la violencia del Estado, que se vio por fotos y videos.
Recordó que cuando era ministro de Educación, la CIDH emitió fallos favorables a comunidades indígenas sobre la concesión de territorios y construcción de escuelas. “Ese planteamiento me pareció razonable y justo. Pero esto es realmente traído de los pelos, y es una caradurez sin nombre de quienes están involucrados, y lo que precipitó esta repentina aparición después de 12 años, es la asunción del nuevo presidente del Brasil Jair Bolsonaro, que obviamente tiene una posición clara, contraria a la ideología de izquierda, el comunismo o marxismo, como quieran llamarlo”, expresó el legislador.